Efectivos del 112 desplazados al lugar de los hechos.

Efectivos del 112 desplazados al lugar de los hechos.

Sucesos

El disparo que mató a la joven en la cacería en Madrid salió de la escopeta de un menor

Los primeros indicios de la investigación apuntan a que el presunto homicidio se debió a un disparo fortuito del joven de 17 años.

23 diciembre, 2019 12:40

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Un joven de 17 años está siendo investigado por un presunto homicidio imprudente como la persona que disparó este domingo de forma accidental en una cacería a una joven de 22 años que falleció en el municipio madrileño de Valdemanco.

Fuentes de la investigación han confirmado a Efe que a lo largo de este lunes se realizará la autopsia del cadáver de la chica que murió de un disparo de caza en un paraje cercano a la carretera M-633.

Al parecer, el autor del disparo que acabó con la vida de la joven es un menor que prestó declaración este domingo en el cuartel de la Guardia Civil de San Agustín del Guadalix (Madrid).

Los investigadores constataron que el grupo de amigos que se encontraba de cacería ese día tenía toda la documentación en regla.

Un hecho fortuito

La Guardia Civil prosigue las investigaciones de este suceso para aclarar las circunstancias del disparo aunque, en principio, todo apunta a que fue un hecho fortuito.

Sobre las 16:30 horas de este domingo, el 112 recibió el aviso de que una persona que se encontraba de caza había recibido un disparo de forma accidental en un paraje de monte bajo de difícil acceso.

Al llegar al lugar del suceso, los sanitarios del Servicio de Urgencia Médica de la Comunidad de Madrid (SUMMA 112) encontraron a la joven en parada cardiorrespiratoria a consecuencia de una herida por arma de fuego en el tórax.

Los sanitarios le realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzada durante veinte minutos, tras las que confirmaron el fallecimiento. Al lugar también se desplazaron familiares de la víctima, que fueron atendidos por un equipo de psicólogos del SUMMA 112.

En las tareas de apoyo participaron agentes forestales y bomberos de la Comunidad de Madrid, así como personal del Ayuntamiento de Valdemanco ya que el grupo de amigos de la cacería reside en esta localidad, donde también vivía la fallecida.