Un médico gallego de 63 años ha aceptado que abusó sexualmente de tres mujeres y una pena de prisión de dos años. También, tendrá que hacer frente a una multa de nueve meses a razón de 20 euros por día, así como la inhabilitación para ejercer su profesión durante otros dos años. Por tanto, el facultativo no volverá a ocupar su puesto en el Sergas, donde aprovechaba para realizar tocamientos a sus pacientes.
Ninguna de las tres mujeres presentaron denuncia alguna por los hechos. Aun así, las pacientes solicitaron un cambio de facultativo, explicando con detalle lo ocurrido. El Sergas abrió una investigación interna, que apartó al médico del servicio al que estaba destinado y puso los hechos en manos de la Fiscalía, que actuó de oficio.
Los hechos por los que se juzgan al médico ocurrieron entre septiembre de 2014 y enero de 2015, como informa La Voz de Galicia. En uno de los casos, la paciente acudió a su consulta derivada desde el servicio de traumatología por presentar una artrosis cervical y una epicondilitis del codo derecho. El facultativo le examinó el codo y las cervicales y le indicó que se tumbara en la camilla. Allí, le subió el vestido, le apartó el tanga y le introdujo los dedos en el interior de la vagina, sin utilizar ningún tipo de guantes de exploración. Por último, le pidió que se levantara, que apoyara las manos sobre la camilla y procedió a subirle -de nuevo- el vestido y mirarla por detrás, sin llegar a tocarla.
En septiembre de 2014, atendió a otra de sus víctimas, que acudía derivada del servicio de dermatología al tener una sensación de cansancio en las piernas. El hombre le indicó que se desnudara y que colocase sus manos sobre la camilla. Luego, exploró sus piernas y después separó su tanga y le tocó los labios vaginales y el clítoris. La mujer se sintió incómoda y se levantó de la camilla.
Fue en enero de 2015 cuando atendió a su tercera víctima, que sentía un fuerte dolor en el pie izquierdo. El facultativo le pidió a la mujer que se quitara la camiseta y el sujetador y procedió a palparle los pechos. La mujer, volvió a la consulta al mes siguiente, y le practicó una punción seca en una mama y le indicó que pasara a otra sala, donde le aplicó frío en el lugar donde había realizado la punción. Posteriormente, le practicó un masaje en el pecho derecho, utilizando un aceite.