Un agente de la Guardia Civil detiene al hombre de 52 años.

Un agente de la Guardia Civil detiene al hombre de 52 años. Guardia Civil

Sucesos

Un hombre simula tener un arma de fuego y roba un coche en La Rioja: era una pistola de silicona

La Guardia Civil, tras 111 kilómetros de persecución, logra detener al individuo que también dio positivo en anfetaminas y cannabis.

16 marzo, 2020 10:28

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Aún el Gobierno de España no había decretado el estado de alarma para detener el avance del Covid-19. Había plena libertad de movimiento. Por ello, un hombre de 52 años, nacido en Baracaldo, decidió viajar por al AP-68 con un coche de alquiler. Pero éste se averió. Fue cuando el hombre, residente en una localidad riojana, cogió una pistola de silicona -pintada de negro- y empezó a simular que era un arma y usarla para robar un coche en plena autovía. 

Y lo logró. El hombre cortó la circulación y amenazó a un conductor, quien le cedió su coche. El ladrón se subió en el automóvil y circuló durante 111 kilómetros. Pero estaba perseguido por la Guardia Civil, que logró interceptar al hombre en la localidad navarra de Tudela. Le practicaron el test de alcoholemia y las pruebas sobre el consumo de drogas. Dio positivo en anfetaminas y en cannabis.

Según ha explicado la propia Benemérita a los medios, la Central Operativa de Servicios de la Guardia Civil de La Rioja durante la mañana del 10 de marzo recibió varias llamadas de conductores que le indicaban que a la altura del kilómetro 104 de la AP-68 habían una persona en mitad de la calzada "armada e intentando para vehículos". Hasta que consiguió su objetivo. Paró a un conductor y le dijo, sujetando su falsa arma de fuego, "sal del coche que te pego un tiro".

La falsa arma de fuego, en realidad, es una pistola de silicona pintada de negro.

La falsa arma de fuego, en realidad, es una pistola de silicona pintada de negro. Guardia Civil

Fue cuando los agentes de Tráfico del Cuerpo Armado, tras la alerta ciudadana, emprendieron su persecución. El ladrón, sin embargo, hacía caso omiso de las indicaciones de las autoridades -tanto luminosas como acústicas- que le solicitaban detenerse, llegando a superar los 200 kilómetros por hora "en su alocada huida", según informa la Guardia Civil.

Y tras más de 100 kilómetros de persecución, la Guardia Civil logró interceptar el vehículo y detuvieron a su conductor, quien mostró "una fuerte resistencia activa" en su detención, calificada como "violenta" porque agredió a dos agentes.

Ahora, el autor de los hechos ha sido puesto a disposición judicial acusado de un delito de robo con violencia e intimidación y otros dos delitos contra la seguridad vial: conducción temeraria manifiesta y circulación bajo los efectos de las drogas.