La Policía Nacional adscritos a la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) han detenido en Jaén a un joven de 32 años de edad tras denunciar una agresión sexual falsa por parte de dos varones para que los agentes lo recogieran de un polígono industrial en el que se encontraba, aturdido, tras consumir drogas.
El detenido llamó a la sala operativa del 061 denunciando haber sido víctima de una agresión sexual perpetrada por dos jóvenes encapuchados, quienes lo asaltaron en una céntrica calle, lo introdujeron en una furgoneta y lo trasladaron a un polígono industrial, donde presuntamente habían consumado la violación para luego dejarlo abandonado.
Según un comunicado de la Policía Nacional de Jaén, la descripción que hizo el joven de los presuntos agresores fue "minuciosa", hasta el punto de indicar que tenían acento extranjero, y que eran dos jóvenes de entre 33 y 32 años, de mediana estatura y complexión normal. También describió con precisión el vehículo en el que fue introducido contra su voluntad.
El ahora arrestado, en su denuncia, narró que paseaba por una de las calles céntricas de la ciudad, cuando sorpresivamente fue asaltado por dos jóvenes encapuchados que le introdujeron en una furgoneta "de color rojo".
La furgoneta se puso en marcha en dirección a las afueras de la ciudad y, en un lugar desconocido, "y bajo amenazas", le obligaron a que les realizara diversos actos sexuales "en contra de su voluntad". Una vez perpetrada la agresión, ya de madrugada, lo "abandonaron" en el campo y comenzó a deambular "varias horas", según detalla la Policía Nacional. Fue entonces cuando llamó al 091 para que lo auxiliaran, recogiéndolo del polígono industrial.
Nada más entrar la llamada en la Sala Operativa, se alertó a las patrullas de Seguridad Ciudadana de servicio. Sobre las cuatro de la madrugada, una patrulla de Seguridad Ciudadana le encontró en una de las entradas a la ciudad "deambulando y desorientado".
Tras ser identificado, relató a los agentes haber sido víctima de una violación por parte de dos jóvenes que le habían secuestrado y que había sido él el que había efectuado la llamada de socorro. Los policías le trasladaron hasta un centro hospitalario para ser reconocido, y a continuación, a Comisaría, donde interpuso la denuncia formalmente.
No cuadraba
Pero nada más comenzar las pesquisas policiales, en las que se trató de reconstruir las horas previas a la supuesta agresión hasta que es introducido en la furgoneta roja, los agentes detectaron que "algo no cuadraba" en el relato. Inmediatamente comenzaron a sospechar que la agresión denunciada era mentira.
Ante la duda, los investigadores volvieron a llamar a la supuesta víctima. Ésta acabó reconociendo no sólo la falsedad, sino lo que en realidad había sucedido.
"El día antes", la falsa víctima sustrajo diversos efectos a un familiar, procedió a venderlos en un establecimiento de compraventa de segunda mano. Con el dinero obtenido adquirió "todo tipo de drogas" que posteriormente consumió. Debido ese consumo "excesivo", "perdió la consciencia" y, deambulando llegó hasta un polígono industrial de la ciudad.
Ante la desorientación en la que se encontraba "y temiendo que si pedía ayuda nadie se la prestaría", optó por inventarse la agresión sexual y así tener la certeza de que la Policía le auxiliaría.
El arrestado ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial. Se le imputarán, además de denuncia falsa, la factura, es decir, "los gastos derivados de la investigación que supuso el empleo de recursos humanos, técnicos y materiales", así como haber distraído de las funciones de prevención y represión del delito de la Policía Nacional, "generando un perjuicio a los ciudadanos y a la Administración Pública al tratarse de una denuncia falsa".