Muchas personas le tienen miedo a ir al médico porque se abrazan a esa vieja frase hecha de que son los profesionales sanitarios los que nos encuentran las enfermedades. Una afirmación que es correcta, pero que no es negativa, ya que gracias a eso pueden curarnos y velar por nuestra salud y por nuestro bienestar.
Una historia que alguna vez hemos oído todos es la de una persona que ha acudido al médico por un simple dolor de cabeza y que, sin esperarlo, termina padeciendo una grave enfermedad. Eso es lo que le ha sucedido a un hombre en Rusia, quien acudió a un centro sanitario porque tenía una aparente jaqueca. Lo que no imaginaba era lo que le estaba produciendo ese dolor.
Este caso, confirmado por el hospital en el que se ha producido esta curiosa historia que ahora detallamos, ha sido rescatado por el medio británico The Mirror, quien ha aportado todos los detalles sobre esta curiosa historia. El dolor de cabeza que padecía esta persona estaba causado por un gusano que se había instalado junto a su cerebro.
Un ciudadano ruso tenía un gusano de 15 centímetros en la cabeza
Esta llamativa historia ha sucedido en Novorossiysk, una ciudad situada cerca de Krasnodar, en el suroeste de Rusia. Esta localidad es conocida, sobre todo, por ser uno de los principales puertos del mar Negro. Ha sido el propio centro sanitario de la ciudad el que ha sorprendido al mundo explicando todos los detalles de este curioso caso que ya ha sorprendido a millones de personas. en todo el planeta
Un paciente acudió al citado centro médico porque tenía un fuerte dolor de cabeza. Después de haberse tomado medicación para intentar paliar estas migrañas, decidió acudir de urgencia al hospital de Novorossiysk. Allí, tras someterle a varias pruebas, dieron con lo que realmente tenía. Un hallazgo absolutamente increíble y ciertamente escatológico.
Nada más atender al paciente, los médicos observaron que tenía un peculiar bulto sobre su ojo izquierdo. Una especie de hinchazón que no conseguían apreciar en qué consistía ni cuál podía ser el motivo que había provocado que estuviera ahí. En un primer momento, pensaron que se podía tratar de una especie de reacción alérgica o de infección provocada por la picadura de un bicho, seguramente un mosquito o algo similar.
"El paciente fue hospitalizado en el servicio de cirugía maxilofacial". Sin embargo, poco después comprobaron que no se trataba de una infección al uso provocada por una simple picadura ni tampoco de una reacción alérgica. Era más bien la presencia de otro ser vivo. Concretamente, un gusano de más de 15 centímetros que se había instalado en la cabeza de este paciente y que le estaba provocando esos terribles dolores de cabeza.
Imagen de archivo de una operación
"Se sometió al paciente a una compleja intervención quirúrgica: los médicos abrieron un absceso. Durante la apertura, se encontraron con un gusano delgado y blanco de aproximadamente 15 centímetros de largo". Una vez realizaron esta operación, pudieron observar cómo el gusano había conseguido instalarse entre las cavidades de la cabeza del hombre. De hecho, se había alojado bajo el tejido de la piel de este paciente, quedándose en una pequeña zona cercana a la frente.
La infección que había padecido respondía al nombre de diofilariasis: "Los portadores de la dirofilariasis son los mosquitos. El insecto pica a un animal infectado y en su probóscide quedan las larvas del parásito, que luego transmite a los humanos al picarlos". Así pues, todo hacía indicar que el mosquito que había picado a este paciente en su frente había picado previamente a un animal que portaba este parásito. Después, este organismo había sido capaz de desarrollarse en la cabeza de este ciudadano ruso hasta crecer y alcanzar los 15 centímetros de longitud.
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Con esta compleja intervención, los médicos pudieron extirpar el gusano de la zona de la frente del paciente y con ello pusieron fin a sus incómodos y preocupantes dolores de cabeza. Tras la operación, este ciudadano ruso continúa recuperándose de las secuelas que le ha dejado este terrible episodio. No obstante, cada vez se encuentra mejor y todo avanza por buen camino, aunque tendrá que seguir visitando a los médicos para controlar su evolución y comprobar que no tiene más organismos extraños generándole problemas de salud dentro de su propio cuerpo.