La tragedia golpeó por un arrebato. Las buenas intenciones provocaron que tres personas terminaran sin vida solo por intentar salvar a su mascota. Dos hombres de 36 y 45 años y una joven de 26 años han muerto tras quedar atrapados en una cisterna llena de gases tóxicos. Estaban intentando salvar a su perro, que se encontraba en el interior del pozo. El suceso ocurrió durante la tarde del miércoles 9 de agosto en el condado estadounidense de Bastrop, situado en el estado de Texas.
Al parecer, los tres fallecidos, que pertenecían a la misma familia, se encontraban en un maizal junto a otra mujer y a su perro. Pretendían pasar una jornada de caza. Eran de Florida con nacionalidad cubanoamericana. En uno de los momentos de la tarde, el animal corrió fuera del grupo y echó a correr quedando atrapado en el interior de una gran cisterna que se encontraba en una propiedad privada.
Según han contado medios locales, el dueño del perro decidió desvestirse y meterse en el interior del cubículo para rescatar a su mascota. No lo pensó, fue un acto súbito. Sin embargo, no pudo salir debido a la densidad del agua y a los gases tóxicos que emanaba el agua estancada. Viendo que su compañero no salía del interior del pozo, la joven de 26 años y el otro hombre también se metieron para socorrer al perro y a su dueño.
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Finalmente, los otros dos individuos murieron en las mismas circunstancias que el dueño del perro y que el animal. Mientras, la otra mujer que acompañaba al grupo llamó a los servicios de Emergencia, que no tardaron en llegar al terreno del condado estadounidense. Al inspeccionar la cisterna, las autoridades olieron los humos que salían del agujero y encontraron altos niveles de sulfuro de hidrógeno, un gas tóxico común en las fosas sépticas y en algunos pozos.
Por eso, los agentes decidieron ventilar los gases tóxicos y retirar el agua estancada para sacar los cuatro cuerpos sin vida. "Probablemente estas cisternas son profundas, están hechas por cada propietario", dijo un vecino al medio Fox26Houston. Tal y como afirman los testigos a este medio, las tareas de recuperación se vieron obstaculizadas por el gas de sulfuro de hidrógeno y el estancamiento del agua. Duraron varias horas.
El alguacil del condado de Bastrop, Maurice Cook, afirmó que tuvieron que bombear el agua, limpiar el gas y verificar la integridad de las paredes con un dron antes de que un agente pudiera entrar y recuperar a las víctimas. "Es un día triste. Imaginen que tienen seres queridos, vienen a Texas a cazar y luego terminan así. Ha sido una triste tragedia", confesaba este responsable político durante una conferencia de prensa celebrada el jueves.
Los investigadores han adelantado que había gas de sulfuro de hidrógeno en la cisterna y se cree que las víctimas se cubrieron de gas y no pudieron mantenerse a flote. Todavía se están esperando los resultados de la autopsia para confirmar los motivos. Cook comunicó que la cisterna se encontraba en una propiedad privada perteneciente a un hombre que había fallecido hacía poco. La familia de los fallecidos ha comenzado una recaudación de fondos para poder pagar los gastos del funeral de todas las víctimas. Ya han recaudado unos 17.000 euros.