Mis cuatro días de marzo (I)
"Madrid era en ese momento un pandemonio con las sirenas ululando entre el llanto de las víctimas y la indignación generalizada".
"Madrid era en ese momento un pandemonio con las sirenas ululando entre el llanto de las víctimas y la indignación generalizada".
Aznar no sabía quién había organizado la masacre, pero insistió en la motivación doméstica: "No creo que los autores intelectuales de anden en desiertos muy remotos".
"Yo tenía muy presente que nuestra obligación consistía en hacer lo humanamente posible para contribuir al esclarecimiento de los hechos".