El documental sobre su vida que no verá Cano
El fotógrafo no podrá disfrutar del cortometraje que trata sobre su vida, realizado por el director Albert González.
28 julio, 2016 12:15Durante los últimos dos años y medio Cano estuvo por primera vez delante de una cámara: el primer objetivo tardó en alcanzarle un siglo. “Lo conocí cuando cumplió los 100 años. Había leído una noticia sobre él y Ava Gardner en un periódico y me interesé por su historia”, habla Alberto González Lorente, director de Cano, maestro de la imagen, un proyecto en el que colabora la Diputación y la Generalitat de Valencia, además de otras entidades. El objetivo: “Plasmar las vivencias de Cano, que es la Historia de España y del toreo”, resume Alberto, operador de cámara de fútbol convertido en cineasta en Cuba. “Estamos terminando el cortodocumental”, continúa, “y existe una página web donde se detalla su biografía”. El último esfuerzo por comprender, reunir y enmarcar el torrente de vida que acumuló 'Canito'.
Acceder a Cano, el decano de la fotografía taurina, un museo con gorra, no fue difícil. “Me puse en contacto con Eduardo Óscar, la persona que se encarga de estar pendiente de él, además de sus hijas”, explica horas antes de la madrugada del miércoles.
“A partir de entonces, del homenaje que se le hizo en Linares, lo hemos seguido a todas partes: a los toros, al campo, a comidas y fiestas con sus amigos”. “Quisimos descubrir su vida, centrarnos en eso”. La típica persecución a una persona centenaria. Detrás de él acumularon 90 horas de grabación. “Nos ha pasado de todo. Ha sido muy divertido. Habla de su relación con los famosos, de todo lo que vivió con gente como Orson Welles o Hemingway, con los toreros, las anécdotas, reflejándose en todo eso: la alegría y la vitalidad que tiene”, resume.
En Cano, maestro de la imagen, aparecen personajes alejados del toro. “Participan, por ejemplo, Nieves Herrero, Arévalo o Fernando Esteso. No se trata de un homenaje a la tauromaquia. Irremediablemente aparece porque Cano pertenece a ella. Recorremos el siglo XX, que lo inmortalizó”, subraya. También acudieron aficionados, periodistas taurinos y toreros. “Contamos con Finito y El Soro, Federico Arnás, Paco Delgado y José Luis Benlloch y Paco Picó, entre otros”.
Cano acumuló dos millones de negativos. “Es increíble lo que tiene. Nosotros hemos tratado de hacer una recopilación y ha sido espectacular”. No se escapa la última tarde de Manolete. “Aparece todo ese trabajo en el documental, claro. Lo que hizo allí fue increíble, sin formación alguna hizo un reportaje completo desde por la mañana”. ¿Por qué un corto? “No queremos pasar de los 56 minutos, a partir de ahí se convierte en largo. Aún nos queda material por recopilar y entrevistas que hacer. Lo mismo si reunimos suficiente contenido sacamos una película más tarde”, confiesa. Por ahora, quieren presentarlo en octubre. “Ojalá pueda ser en la Seminci de Valladolid, creo que encajaría. Algunas personas lo han visto y ha gustado. Depende de si nos eligen o no”.
Alberto González lo define. “Fue un hombre con muchas vidas, hizo de todo, se adelantó a su tiempo y vivió en dos mundos, el antiguo y el moderno”. El equipo de rodaje se asomó al declive. “Siempre estaba con bromas, con sus chistes, aunque después cambió un poco, era más flojito. La muerte de su mujer le afectó mucho”. “Es una persona espectacular”, aclara, “cuando se muera…”, deja en vilo la frase. Más tarde la completaría. Cano batió un récord más: se convirtió en el hombre más longevo que ha toreado nunca. “Esas imágenes las tenemos. Se vistió de corto y toreó una becerra con 98 años. Nos las cedió Alberto de Jesús, director de la revista Bous al carrer. Aluciné cuando las vi”.
Y Cano da pie a un proyecto más. “Nos pidió que llevásemos a Cuba, al museo Hemingway de la Habana, una foto suya y otra de Ordóñez con el escritor. Justo coincidió con la visita de Obama al país y se nos ocurrió hacer una película sobre ello en clave de humor”. ‘Desbloqueado’ será suyo también. Dejó, además, el trabajo hecho. “No nos interesaban los toros y gracias a él, Mateo Torres, el ayudante de dirección y yo nos hemos hecho aficionados”. Qué fenómeno.