José Tomás no baja el ritmo de entrenamiento aunque la cita de Algeciras de este viernes sea la única anunciada hasta ahora en su particular temporada. Mientras el resto de figuras del toreo tira del carro por las plazas de provincia, el ídolo de Galapagar mantiene la estrategia de torear poco y guardar en secreto el resto de su actividad. Apenas transciende algo de su vida fuera de los ruedos. Como es habitual, no habrá cámaras de televisión en la ciudad gaditana.
Cada vez que José Tomás hace el paseíllo se produce el bucle reaparición-acontecimiento y los aficionados se movilizan. A la plaza de toros donde está inmortalizado Miguelín se prevé la llegada de miles de personas procedentes de varios países. En ese éxodo el postureo y la afición comparten la misma dimensión: 'yo estuve allí'.
Las entradas para el mano a mano con Miguel Ángel Perera se agotaron el primer día de venta. Al matador madrileño parece no importarle el ruido creado a su alrededor y durante las semanas previas a la fecha de Algeciras se ha desahogado “boxeando” en el gimnasio de un hotel de lujo de Estepona. José Tomás acude “tres o cuatro días por semana”, según ha podido conocer EL ESPAÑOL. La cornada de Aguascalientes no le impide trabajar el físico a “buen ritmo” y no se le observa “ninguna debilidad” en la pierna afectada.
El hotel cuenta con cinco estrellas y es el mejor de la ciudad y uno de los más lujosos de la Costa del Sol. Por sus instalaciones el matador pasea evitando cualquier contacto con nadie que no sea su entrenador personal. Con él “charla continuamente”. Este gimnasio cuenta con “unas vistas espectaculares del mar a través de una cristalera que lo rodea y un gran spa”. Pero José Tomás no va a relajarse: “va a currar, a entrenar”, cuentan a este diario. Se siente cómodo allí. Este hotel es perfecto: no hay mucha actividad de los clientes a primera hora, “que es cuando acude”, y hay guiños al toreo, como por ejemplo “la estatua que evoca a un toro” en los jardines.
¿Por qué boxean los toreros?
Los golpes de José Tomás con los guantes sorprenden. “Da unos buenos puñetazos”. En el gimnasio vacío se le ve “fino y con buen ritmo”. El boxeo es un deporte que practican varios matadores de toros, entre ellos Morante de la Puebla, anunciado el jueves en Algeciras.
El genio de la Puebla lo hace en un gimnasio de su pueblo, el club Ortiz. Antonio ‘Koki’, ayudante e hijo del entrenador, un boxeador sevillano retirado, afirma que “es la actividad que más se le parece a la lidia. Están en tensión porque no saben cómo va a responder el otro”, arroja luz sobre la decisión de José Tomás de boxear. “Lo sé por lo que cuenta el maestro”, se refiere a Morante, "que acude sobre todo antes de empezar la temporada".
Otro matador que se ejercita boxeando es Juan Ortega, también sevillano. Acude con regularidad al gimnasio de los Ortiz. “Da muchos reflejos y fondo”, advierte. A mí me sirve sobre todo para recrear algunas sensaciones de la plaza. En el ring hay que cruzar la raya, irse para el otro pensando ‘que sea lo que Dios quiera’, si luego te encuentras un puñetazo en la nariz está asumido”, explica el joven matador de toros.
Aunque el club de boxeo de Puebla sea diferente al gimnasio de Estepona, los entrenamientos son parecidos. “Muy intensos. Con tres minutos a tope y uno de descanso, como un asalto. Llevas tu cuerpo al límite. Este trabajo de explosividad es muy bueno”, señala Antonio los beneficios que obtiene José Tomás de La dulce ciencia. La actividad física que conlleva el intercambio de golpes “quema mucha grasa, fundamental para ponerse los trajes de luces”.
Ambas actividades, la tauromaquia y el boxeo, comparten ciertos automatismos. “En el ring hay que saber estar como en una plaza de toros. Hay que estar fácil de piernas también”. Para Juan Ortega “el boxeo exige y sirve para mentalizarse. Puedes estar a la defensiva o tomar las riendas. Es normal que José Tomás lo practique”, señala. El torero de Galapagar ha consumido las horas hasta Algeciras moliendo el saco.
Entrenamiento funcional y toros a puerta cerrada
No sólo boxea. Antes de lanzar los brazos, se ejercita con una tabla específica dentro del llamado “entrenamiento funcional”. Combina, a veces, ejercicios de “abdominales, con remo y pecho levantando poco peso varias veces con intensidad”. Su aspecto es bueno aunque “está muy flaco”, ataviado con una "camiseta deportiva", oculta parte de sus 15 cornadas bajo un “pantalón negro largo”. El pelo es “cada vez es más blanco y lo lleva desmelenado”.
“El entrenamiento funcional también se puede hacer utilizando tu propio cuerpo o con ayuda de materiales como el TRX”, señala Alfonso Serrano, un entrenador personal consultado por este diario que trabaja en Madrid. “Son ejercicios en los que se levanta poco peso a un nivel alto”, confirma. “Para un torero es bueno porque potencia la zona del core”, el tronco.
“Tiene un alto rendimiento. Aumenta la resistencia, la fuerza y da velocidad de reacción”, explica. Luego, en la plaza “el estrés y el miedo hacen que se pierdan facultades”. Por eso, dice Alfonso, es preciso “entrenar con altas pulsaciones para acostumbrar al cuerpo. Toreando, oscilan del 70% al 100% de la frecuencia cardiaca”. Eso explica la alta intensidad que aplica José Tomás a sus entrenamientos.
La preparación para afrontar con garantías la tarde de Algeciras la ha completado toreando de salón y matando toros a puerta cerrada en Valdemorillo, la plaza cubierta que le sirve como escenario ideal para recrear una tarde completa de toros. Incluidas las cuadrillas, todos se visten de luces. Un día toreó cuatro toros, uno de Garzón. También se le ha podido ver en Madrid durante estas semanas previas a la reaparición cogiendo en Atocha un tren de vuelta a Estepona después de desayunar en la cadena de sándwiches Rodilla.
La combinación de ambos entrenamientos prepara a José Tomás, que evita en el lujoso hotel de Estepona el contacto con cualquier persona. Aparece y desaparece como una sombra pálida. La última tarde que toreó en España fue en Valladolid, junto a Manzanares, en 2016. Ese año completó una minitemporada en la que coincidió con varias figuras del toreo. El resultado no fue siempre favorable al de Galapagar. ¿Logrará Perera imponerse también? La respuesta, el viernes.