El ganadero Fernando Domecq Solís ha fallecido este lunes en el Hospital 12 de octubre de Madrid, a los 73 años de edad, a consecuencia de una larga enfermedad, han informado a Efe fuentes cercanas a esta familia de criadores de reses bravas.
Nieto de Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio, que compró en los años 30 la vacada de Veragua y la refundó con ganado de origen Parladé, era hijo también de Juan Pedro Domecq y Díez, otro de los ganaderos de bravo fundamentales de último siglo, y hermano de los también criadores Juan Pedro y Borja Domecq Solís.
Aparte de la vía directa, el ganadero fallecido era sobrino del ganadero y rejoneador Álvaro Domecq y Díez, y primo hermano del también jinete y criador de reses bravas Álvaro Domecq Romero, y vinculado a toda una red familiar dedicada al toro en los campos de Jerez de la Frontera (Cádiz).
Fernando se hizo cargo de la mitad de la vacada paterna a principios de los años 80, anunciándola como Jandilla, y colocándola en la primera fila en todas las ferias de categoría, mientras que la otra parte, al mismo nivel, quedaba en manos de su hermano Juan Pedro.
En 1988 creó su propia ganadería, a nombre de Zalduendo, con el hierro de la antigua vacada navarra, la que dirigió, siempre con gran éxito, hasta hace cinco años, cuando la vendió al magnate mexicano Alberto Bailleres.
Fernando Domecq era considerado uno de los más avanzados y conocedores ganaderos de bravo de los últimos tiempos, siempre trabajando desde los nuevos avances de la genética y desde el profundo conocimiento del toro que le daba su pertenencia a una de las más importantes sagas de criadores de la cabaña brava española.
Los restos mortales del ganadero serán velados en el tanatorio de La Paz, en la localidad madrileña de Tres Cantos.