VIGO, 4 Mar. (EUROPA PRESS) –

La operación ‘Agida’ llevada a cabo por la Guardia Civil y coordinada por el juzgado de instrucción 6 de Vigo, para desarticular una red dedicada a la venta de cupones falsos a nombre de una supuesta entidad de discapacitados, se ha saldado con la detención de tres personas y la investigación de otras 8, así como con la incautación de dinero en efectivo, más de 300.000 cupones fraudulentos, y diversos dispositivos informáticos y técnicos para la impresión de los boletos.

Según han informado fuentes del Instituto Armado, las investigaciones se iniciaron en noviembre de 2020, cuando efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Local de Nigrán se incautaron de una serie de cupones falsos, muy similares a los de la ONCE, que ofrecían supuestos premios de hasta 30.000 euros.

Las pesquisas permitieron comprobar que, tras estos billetes, figuraba el nombre de una asociación benéfica de ayuda a personas discapacitadas; pero tanto los teléfonos como los medios de contacto que aparecían para el cobro de los premios no eran más que una pantalla para ocultar a los verdaderos emisores de los cupones falsos.

Los investigadores policiales constataron que existía una red de vendedores discapacitados en diferentes localidades de la provincia de Pontevedra, y se percataron (al observar que todos los cupones habían sido impresos con los mismos medios técnicos) de que existía toda una infraestructura y una red de distribución organizadas.

Trabajadores sin contrato

A lo largo de los siguientes meses, la Guardia Civil fue recabando información para localizar a los responsables de la fabricación y comercialización de los cupones, y pudieron comprobar también que los vendedores a pie de calle trabajaban sin contrato ni protección social, a cambio de una comisión mínima, con un modus operandi similar al de las redes de menudeo de drogas.

En el marco de la investigación también se averiguó que este grupo venía operando, bajo diferentes denominaciones, desde hacía más de una década, y no solo en el ámbito gallego, sino también vinculada a otros territorios de España, y causando un grave perjuicio a los vendedores legales de organizaciones como la ONCE.

Los agentes identificaron las vías de distribución de los cupones (principalmente camuflados en paquetería comercial), los cauces del flujo de dinero en efectivo (ya que evitaban a toda costa dejar rastro de depósitos o transacciones bancarias), y el lugar de fabricación de los boletos.

Como consecuencia de todo ello, se procedió a la detención de dos vecinas de Vigo, de 73 y 49 años de edad, consideradas las ‘cabecillas’ de la trama, y también del responsable de la impresión de los cupones, un vecino de Moaña de 49 años de edad, titular de una imprenta.

Además de las detenciones, se procedió a la investigación de otras 8 personas, de diferentes partes de Galicia, País Vasco, Andalucía y Extremadura, que participaban, en diferentes grados, en esta organización.

Registros y material intervenido

En los registros llevados a cabo en varios domicilios y en la imprenta de Moaña, la Guardia Civil se incautó de una importante cantidad de dispositivos informáticos, utilizados para el diseño e impresión de los cupones falsos.

También se intervinieron 11.620 euros en efectivo; contabilidad relacionada con este juego ilegal; más de 300.000 cupones fraudulentos preparados para su venta, por importe de 1 y 2 euros (que generarían en este mercado ilegal unos 360.000 euros para la red); y otros formatos de juego ilegales, como unos 30.000 ‘rascas’ falsos.

Los investigadores atribuyen a las personas implicadas los delitos de contrabando, asociación ilícita, pertenencia a grupo criminal, blanqueo de capitales y delitos contra los derechos de los trabajadores.