OURENSE, 3 May. (EUROPA PRESS) –

La huelga del servicio de autobuses urbanos de Ourense tuvo un "100%" de seguimiento, según cifras del comité de empresa, mientras que el Ayuntamiento ha denunciado que arrancó sin poder cubrir la totalidad de los servicios mínimos, establecidos en el 52,8%, a causa de los "actos de sabotaje a vehículos de la flota del servicio municipal".

El Ayuntamiento ha lamentado que la flota apareció con daños "impidiendo su circulación", por lo que la empresa concesionaria trabaja en la reparación de los vehículos afectados con la finalidad de que puedan volver a circular. Entre esos daños a los que hace alusión: pinchazos en neumáticos, manipulación en los bombines de la cerradura de arranque en los autobuses y diversas pintadas.

La empresa concesionaria, Avanza, ha mandado un comunicado "lamentando profundamente lo ocurrido" y denuncia cualquier tipo de vandalismo que se produzca en el contexto de este conflicto "desproporcionado".

Tras lamentar que estos ataques repercuten en los viajeros, han pedido que cesen estas "actitudes violentas" y se recupere el diálogo para "buscar soluciones viables" al conflicto que "no perjudiquen a los ciudadanos".

Mientras, por parte del Comité de Empresa apuntan al éxito del primer día de huelga con un seguimiento del 100%, tanto a primera hora de la mañana como en la concentración ante el Ayuntamiento.

Incidente entre Jácome y una sindicalista

La concentración quedó eclipsada por el incidente entre el regidor municipal, Gonzalo Pérez Jácome, y una representante sindical. Para el presidente del Comité, Daniel Fernández, el buen seguimiento: "Es un síntoma de lo que llevamos de augurando desde el principio dado que la plantilla está muy cansada".

Así ha querido incidir en que la huelga es indefinida y "pacífica", al tiempo que muestra su rechazo a "este tipo de actuaciones de sabotaje". "Nosotros hacemos piquetes informativos", aclara.

Así pues, para este miércoles se marcan el mismo modo de actuación. A primera hora acudirán a la nave de los autobuses urbanos para "certificar que se cumplen los servicios mínimos" y "que salgan los coches que tienen que salir". A las 10:00 horas de la mañana, volverán a concentrarse en la Praza Maior, donde tienen convocadas las manifestaciones todos los días. Además, en casos puntuales realizarán un seguimiento de piquetes informativos por toda la ciudad.

Los sindicatos reclaman cobrar por una jornada laboral de ocho horas al día, 40 horas a la semana, con horas extras negociadas; mientras que la empresa propone cobrar mensualmente según la línea que realicen, cambiando un sistema que funciona desde 1986 y que los trabajadores están "dispuestos a asumir pero sin que suponga una pérdida de salario".

La huelga afecta a 125 empleados de la concesión, de los que 96 son conductores mientras, el resto, administrativos, inspectores, mecánicos y lavacoches. En el caso de estos profesionales los servicios mínimos han quedado estipulados en el 50%.