El patrón del Villa de Pitanxo, Juan Padín (i-morado), y su sobrino, Eduardo Rial (c-blanco), a su llegada a declarar a la Audiencia Nacional.

El patrón del Villa de Pitanxo, Juan Padín (i-morado), y su sobrino, Eduardo Rial (c-blanco), a su llegada a declarar a la Audiencia Nacional. Jesús Hellín / EP

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El capitán del Pitanxo presenta un informe para acreditar su versión del naufragio

Según el documento en el que se analizan datos de ubicación en tiempo real, lo declarado por Padín es "es coherente y consistente"

16 diciembre, 2022 21:39

VIGO, 16 Dic. (EUROPA PRESS) –

La defensa del capitán del pesquero gallego ‘Villa de Pitanxo’, Juan Padín, ha presentado ante la Audiencia Nacional un informe para tratar de acreditar que la parada del motor fue la causa del naufragio del buque, que se hundió el pasado 15 de febrero a 450 kilómetros de la costa de Terranova (Canadá), acabando con la vida de 21 de los 24 marineros a bordo.

Con "datos objetivos", el documento pretende analizar las diferentes versiones que han contado los supervivientes de la tragedia. Por un lado, Padín y su sobrino, Eduardo Rial, defienden que durante la maniobra de virado del aparejo se paró el motor, quedando el barco expuesto a las olas, por lo que comenzó a entrar agua hasta que se hundió.

Sin embargo, el tercer superviviente, Samuel Kwesi, declaró en un primer momento lo mismo que Padín y Rial, pero luego cambió su versión (asegurando que había sido forzado por el capitán y la armadora para contar la misma historia los tres) e indicó que el aparejo se enganchó al fondo del mar y, a consecuencia de que el patrón siguió forzando la máquina para liberar el embarre, el barco escoró y provocó la parada de la máquina, la entrada de agua y el naufragio.

Datos de ubicación en tiempo real

Para su análisis, el perito utiliza los datos de ubicación en tiempo real que el ‘Villa de Pitanxo’ enviaba a tierra informando de su situación y de la velocidad a la que navegaba.

Así, en sus conclusiones, el profesional asegura que entre las 03:48 y las 03:50 horas de la madrugada del 15 de febrero, el buque navegaba a una velocidad media de 3,4 nudos, "usual de faenas de arrastre e incompatible con un embarre del aparejo en el fondo".

En el intervalo que va desde las 03:50 y las 04:22 horas, la velocidad media pasó a ser de 2,06 nudos y el rumbo cambió de Norte-Nordeste a Este-Nordeste, "consistente con que el buque se quede sin propulsión y a la deriva".

Velocidad por la bajada de una ola

Por su parte, el informe defiende que la velocidad de 4,4 nudos que refleja la última posición de la caja azul "no se corresponde con la velocidad a la que realmente navegaba el buque entre las dos últimas posiciones, es materialmente imposible, sino que esa velocidad es puntual del segundo en el que se reporta la posición y la única explicación es que se corresponda con la bajada de una ola y con el arrastre del fuerte viento y oleaje".

"El resultado de los cálculos obtenidos permite concluir que lo declarado por el patrón del pesquero, y de los dos marineros supervivientes en la Protesta de Mar formalizada ante el Consulado de España en San Juan de Terranova el 19 de febrero (luego Kwesi cambió su versión), es coherente y consistente con los datos del AIS, de la caja azul y de las condiciones meteorológicas", ha sentenciado en sus conclusiones.

En el informe, al que ha tenido acceso Europa Press, también se recoge que la tesis del atestado de la Guardia Civil, basada en la declaración en España de Kwesi, es "incompatible" con los datos de ubicación del barco, "puesto que si se hubiese producido un embarre que frenase el avance del buque provocando una fuerte escora y su hundimiento, nunca el buque podría estarse moviendo a ninguna velocidad (ni de deriva ni puntual por efecto del empuje de las olas)".

Familias

Precisamente sobre este informe ha hablado María José de Pazo, portavoz de las familias de los fallecidos, que ha indicado que lo que siempre han solicitado es que se investigue la causa "y que se esclarezca todo lo posible" sobre lo ocurrido en la madrugada del pasado 15 de febrero.

Pese a no querer entrar a valorar el informe, en declaraciones a los medios de comunicación De Pazo ha subrayado que tras 10 meses de la tragedia "ha quedado claro quién nunca tuvo miedo a que se supiese la verdad", reivindicado que los familiares siempre han pedido que se investiguen los hechos.

Todo ello cuando quedan dos meses para que se cumpla un año del naufragio del ‘Villa de Pitanxo’, que se hundió a 450 kilómetros de las costas de Terranova (Canadá) acabando con la vida de 21 de los 24 marineros que trabajaban en él.