La Asociación Rapa das Bestas ha denunciado en las últimas semanas varios casos de maltrato animal en los montes cercanos a Sabucedo (A Estrada), tras detectar varias "bestas" tiroteadas. Según explican en sus redes sociales, los casos coincidieron con el fin de la temporada de caza, a principios del mes de enero.

Tras recibir el aviso de varios testigos, miembros de esta asociación se desplazaron hasta el lugar de Mato, donde encontraron a "por lo menos cuatro bestas heridas de diversa consideración, casi todas en las patas traseras y las ubres". Por ello, al comprobar que sangraban y estaban desorientados, identificaron a los caballos y tuvieron que trasladar a uno de ellos, el único que carecía de identificación, para que lo viese la veterinaria de la asociación porque "presentaba más heridas".

Los voluntarios han presentado una denuncia ante el Seprona, que tratará ahora de esclarecer el suceso. "Aunque ningún animal pertenece a la Asociación Rapa das Bestas, nos parece que unos hechos como estos no pueden quedar impunes", rematan.

Inclusión en la Ley de Bienestar Animal

Por su parte, la Fundación Franz Weber planteó esta semana la adopción de medidas normativas para mejorar la protección de los caballos en Galicia, después de conocer la denuncia de la asociación. Para ello han recogido más de 168.000 firmas en la plataforma Change.org para que la actual Ley de Bienestar Animal incluya a los équidos "para reforzar la protección de los mismos ante sucesos de maltrato". El autor se enfrentaría a sanciones de hasta 30.000 euros y posibles inhabilitaciones de hasta 5 años.

Así, en el caso del uso de armas de fuego la ONG naturalista urge a la Xunta de Galicia a "plantear la comunicación previa obligatoria de cualquier batida que se pueda realizar en el marco de la Orden de Vedas que autoriza el Ejecutivo cada año", para de ese modo "garantizar la seguridad ciudadana y de los animales en régimen de semilibertad".

Recuerdan también que desde 2011 han denunciado más de 200 casos de caballos con cadenas, cepos o cuerdas en sus patas, situaciones que les provocan heridas abiertas, amputaciones y hasta la muerte.

Apuntan además que esta situación se suma a las quejas de algunos ganaderos, que contabilizan en casi medio centenar los caballos atacados con armas blancas o tiroteados durante la última década.