La asociación Bolboretas no Ceo de muerte perinatal y duelo gestacional ha celebrado "con moderación" la modificación legislativa que permite inscribir a los bebés fallecidos tras 180 días de gestación. Patricia Caamaño, presidenta de la asociación y madre de una niña fallecida en la semana 32 del embarazo, asegura que están "contentas a medias" con la nueva legislación, pero que "todavía queda mucho por avanzar".

"Es un paso adelante, pero no olvidemos que todavía no podemos incluir a nuestros hijos en el libro de familia y lo único que ha cambiado es que el libro de Legajos de aborto cambia de nombre", explica. Valoran también que la pareja de la madre podrá aparecer en este nuevo libro, "algo que resta mucho dolor a su duelo, que también es importante", aunque no ofrece soluciones a todo lo que piden las asociaciones.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica este martes que los bebés fallecidos antes de nacer pero que hubieran alcanzado más de seis meses de gestación deberán ser inscritos y podrán tener nombre en el archivo del Registro Civil a partir de este miércoles, 9 de agosto, aunque esa inscripción no tendrá efectos jurídicos. Esta instrucción supone una respuesta a parte de las reivindicaciones de las madres y padres de bebés fallecidos durante la gestación, pero Caamaño recuerda que no satisface por completo sus peticiones. "Es un paso y las palabras son importantes, el legajo de abortos añadía mucho dolor y celebramos este cambio, que nos permite registrarlos con su nombre", concluye.

El BOE especifica, además, que no solo podrán ser inscritos los nasciturus fallecidos sino que podrán ser registrados todas aquellas defunciones acaecidas con anterioridad a su entrada en vigor siempre que así lo soliciten los progenitores en el plazo de dos años desde su publicación en el BOE.