Las costas gallegas experimentan desde hace unas semanas preocupantes episodios de muerte masiva de moluscos tras una temporada de fuertes lluvias. Ambos fenómenos están relacionados, pues cuando aumenta el caudal de los embalses por las precipitaciones estos se abren, liberando en el mar agua dulce, como han denunciado desde el sector marisquero. La investigadora en Ingeniería Química de la USC Almudena Hospido lo confirma: "Si se baja la salinidad, hay mortandad".
Europa Press recoge las explicaciones de Hospido, quien afirma que hay ciertas especies que tienen como una salinidad de confort", lo que lo convierte en una "sustancia esencial"; "entonces, el daño se causa tanto por exceso como por defecto". La investigadora participó el año pasado en un estudio en la ría de Arousa en el que se ponía en práctica una metodología para evaluar los efectos de la variación de la salinidad en las rías.
"La innovación que supuso este trabajo fue justamente eso, que nos permite evaluar impactos tanto cuando hay un exceso de la sustancia como un detrimento, porque estas especies están acostumbradas o se desarrollan satisfactoriamente en unas concentraciones de confort", declara Almudena Hospido.
El método desarrollada por ella y sus compañeras, la doctoranda Alba Roibás y la profesora de la USC Anuska Mosquera, tenía como objetivo evaluar el impacto de los vertidos de las conserveras a la ría. Para la investigadora, lo necesario ahora sería desarrollar nuevos análisis con "información mucho más detallada por profundidad" y horas para "repartir responsabilidades" sobre impactos.
"La lluvia provoca un efecto de dilución pero en etapas más superficiales. Y aquí tendríamos que ver cómo se mueven las masas, cómo se diluye o cómo se reparten las sustancias en la masa de agua por profundidades. Y eso sí que es algo que nosotros no hemos evaluado", expone. "A lo mejor, una descarga de un efluente con alto contenido en salino sería beneficioso" para contrarrestar "condiciones de baja salinidad".
"Gran opacidad" y "oscurantismo"
En conversación con Europa Press, el presidente de la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA), Xaquín Rubido, denuncia que hay "gran opacidad" y "oscurantismo" en "todo el tema de apertura de embalses desde hace muchísimo tiempo".
Rubido exige que "habría que poner luz y taquígrafos sobre todo este tema". "En primer lugar habría que conocer cuáles fueron hasta ahora los protocolos, si es que los hubo, los términos de estos protocolos", razona. "Y deberían estar encima de la mesa porque el agua de los ríos es un asunto público" que "está afectando de forma determinante al sector marisquero".
"En segundo lugar, debería negociarse un protocolo con el que se resuelva los problemas de una vez por todas", deja claro el presidente de la PDRA. En el caso del río Ulla, apunta a la problemática con el embalse de Portodemouros, que "es una mole inmensa" y tiene una "capacidad de almacenamiento grandísima", por lo que "impacto es mucho mayor". "Quieren ganar tanto dinero que luego las consecuencias las pagan las mariscadoras y los mariscadores", se queja.
El propio conselleiro do Mar, Alfonso Villares, manifestó esta semana en el Parlamento que se está trabajando, junto a la Consellería de Infraestruturas y con Naturgy, empresa que gestiona el embalse del Tambre, para redefinir el protocolo de actuación ante la apertura de compuertas.