Audiencia Provincial de Pontevedra.

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O Salnés

Dos años de cárcel para un empresario pontevedrés que falseó controles de calidad del agua

Hacía creer a sus clientes, entre los que había ayuntamientos y negocios de hostelería, que las muestras se analizaban en un laboratorio a donde en realidad nunca llegaban

8 agosto, 2023 20:13

El responsable de una empresa de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) ha aceptado dos meses de prisión por un delito de falsedad documental, en concurso con otro de estafa, en relación al control de la calidad de agua. Así lo ha dictaminado la Audiencia Provincial de Pontevedra, como recoge Europa Press.

El condenado era administrador de una empresa intermediaria en el análisis de aguas y estaba a cargo de la recogida de muestras de sus clientes y remisión para su análisis al laboratorio. Una vez se analizaban las pruebas debía enviar el resultado a los respectivos clientes, entre los que hay ayuntamientos, instituciones privadas y establecimientos hoteleros de Pontevedra y A Coruña.

Según expone la sentencia, el hombre "dejó de enviar al laboratorio muestras recogidas a numerosos clientes respecto de los que tenía el encargo de mandar analizarlas, tratándose de análisis relativos al control de la legionelosis, a la realización de análisis de agua de consumo y de control de la calidad de agua de baño de piscinas". Fue el propio laboratorio quien presentó la denuncia.

A pesar de que no enviaba las pruebas, el acusado engañaba a los clientes remitiéndoles informes analíticos que él mismo elaboraba, haciéndoles creer que eran enviados desde el laboratorio. En ellos "se plasmaba un resultado satisfactorio del análisis de los distintos tipos de aguas, las cuales, en realidad, nunca habían sido analizadas", por lo que los clientes pagaban al intermediario creyendo que el servicio se había cumplido.

Estos actos ilícitos se desarrollaron entre 2015 y 2018. El hombre falseó un  total de 159 informes, estafando a 27 clientes de los cuales obtuvo ciertas cantidades que oscilaban entre los 30 y los 4.500 euros. Ahora la sentencia que, es firme, tiene en cuenta la reparación del daño y la confesión tardía.