La Guardia Civil de Ourense incautó un arma de fuego y droga en la operación ‘Larimar’

La Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de Ourense, con la colaboración de componentes del Grupo Rural de Seguridad de Pontevedra, así como con la USECIC de Pontevedra, el departamento de Seguridad Ciudadana y el Equipo Pegaso de la Comandancia de Ourense, y la Unidad Canina de Madrid; completó la Operación Larimar mediante la que se detuvo a diez personas en la ciudad de As Burgas, Pontevedra y Barcelona por dos delitos de robo con fuerza y violencia, pertenencia a grupo criminal, tenencia ilícita de armas, lesiones y delito contra la salud pública. Dichos hechos se produjeron el pasado 13 de marzo y el 4 de mayo y por ellos siete de los detenidos han ingresado en prisión.

En los registros realizados por los agentes, además de diferentes efectos utilizados durante los robos –pasamontañas, destornilladores, cascos de moto– se incautó una pistola de fuego, joyas, dinero en efectivo, 650 gramos de cocaína, una motocicleta y un vehículo.

Según relató la Guardia Civil esta mañana, las alarmas saltaron con la denuncia por un robo perpetrado en una vivienda localizada en el término de Soutopenedo, en Ourense. Allí, cuatro personas, encapuchadas, accedieron al interior de un domicilio y amenazaron y amordazaron a los ocupantes antes de apoderarse de un botín integrado por joyas que, en su conjunto, se valoraron en 100.000 euros. Además, los ladrones se llevaron más de 10.000 euros en efectivo.

Por otro lado, según fuentes del Instituto Armado, posteriormente, se tuvo conocimiento de otro robo cometido con violencia e intimidación en las inmediaciones de un polígono industrial de la ciudad de As Burgas, donde dos individuos, que circulaban en una motocicleta, abordaron a una mujer que en ese momento caminaba por una acera. La amenazaron con una pistola, la tiraron al suelo y se apropiaron del bolso que llevaba la viandante y que contenía la recaudación de una empresa que la misma damnificada, que tuvo que ser atendida por lesiones graves en la cara, se disponía a entregar en una entidad bancaria.

Mediante la investigación, que estuvo dirigida por el Juzgado de Instrucción número uno de Ourense, se logró averiguar que la banda elegía previamente a las víctimas de los robos. Para ello, las vigilaba y registraba sus horarios y costumbres.