La Audiencia Provincial de Ourense juzgará la próxima semana, entre los días 10 y 11, a dos mujeres de 67 y 47 años, madre e hija, acusadas de transferir casi 50.000 euros de la cuenta de un familiar a las suyas propias el día que este murió. El hombre, cuñado y tía de las acusadas, falleció el 30 de abril de 2019 en el Hospital de O Barco de Valdeorras.
Ese día, según el escrito fiscal recogido por Europa Press, su cuñada traspasó 35.814 euros de una cuenta en la que ambos eran cotitulares a otra de su propiedad y de su marido y envió otros 12.000 euros a una cuenta de su hija, sobrino del fallecido. Las transferencias se hicieron "a sabiendas" de que el dinero había sido "aportado íntegramente por fallecido"; la cotitularidad era solo para "facilitar" la gestión de cuentas, no porque la mujer hubiera contribuido en la aportación de fondos.
El fallecido había nombrado en testamento herederos a sus sobrinos por partes iguales, por lo que fueron llamados a heredar 20 personas, entre ellas la sobrina acusada. Las encausadas "aprovecharon la confianza familiar que tenían con el resto de primos y que muchos vivían fuera de Galicia" para conseguir que 14 de los sobrinos diesen un poder especial ante notario para que la acusada aceptase la herencia y evitar desplazarse al acto de aceptación y adjudicación en O Barco de Valdeorras.
De este modo, madre e hija aportaron a la gestoría encargada del papeleo la documentación remitida por las entidades bancarias con el saldo existente el día del fallecimiento, pero, según relata la Fiscalía en su escrito, "omitieron deliberadamente mencionar las dos retiradas de efectivo previas de 12.000 y 35.814 euros".
Reclamaron los gastos del entierro
Tras las transferencias realizadas quedó para repartir entre todos los herederos un total de 6.307,48 euros de una de las cuentas, en vez de 24.614,96 euros, que era el saldo existente el día del fallecimiento, así como 17.900 euros en otra entidad bancaria, en lugar de los 71.629,77 euros que había el día del fallecimiento.
Además, "con la intención de enriquecerse injustamente y en desarrollo del mismo plan preconcebido", madre e hija reclamaron al resto de sobrinos una cantidad de 450,11 euros por el importe del entierro y funeral del familiar "cuando dichos gastos fueron cargados el 30 de mayo de 2019 en la cuenta del propio difunto".
Por todos estos hechos Fiscalía solicita una condena de dos años de prisión por un presunto delito de apropiación indebida o tres años de cárcel si se considera que los hechos constituyen una estafa. En ambos casos pide la inhabilitación del derecho al sufragio durante la condena, además de la nulidad total de la escritura pública de aceptación y adjudicación de la herencia y que las acusadas indemnicen con 72.029,37, euros por el valor de las cantidades que no se incluyeron, y la cantidad de 450,11 euros por los gastos cobrados del funeral a ocho herederos.