El Consorcio de la Zona Franca de Vigo ha descubierto hoy, en un acto de puesta en servicio de su nueva sede de Areal, la escultura El Abrazo, de Andrés Conde. La nueva localización se abre a los ciudadanos, asociaciones, colectivos, emprendedores, empresas y startups para todo tipo de actividades.
En el mismo acto, con la presencia del delegado del Estado, David Regades; el alcalde de Vigo y presidente del Consorcio, Abel Caballero; y la presidenta de la Diputación provincial, Carmela Silva, se descubrieron los secretos de la reforma de edificio histórico, el más llamativo un pozo con escalera de piedra de acceso, que había permanecido oculto durante décadas.
David Regades, puso en valor que "se trata de una obra que ha tenido en cuenta la recuperación de patrimonio histórico de la ciudad, con una gran sensibilidad por los elementos arquitectónicos, que marcan la personalidad del edificio y su entorno, en la calle Areal". También "la vuelta a los orígenes de Zona Franca, donde empezó hace 75 años, con una nave en el muelle de Areal" y que "estará abierto a la ciudadanía".
El alcalde y presidente del Consorcio de la Zona Franca, Abel Caballero, mostró su satisfacción por el resultado de la obra y aseguró que "estamos dando un paso muy importante en la transformación de la ciudad de Vigo, con pasos de forma continua". Además, destacó el valor de que el Consorcio "se venga al corazón de la ciudad para acoger a los ciudadanos".
La presidenta de la Diputación, Carmela Silva, calificó de "extraordinaria" la recuperación del edificio y la definió con las ideas de "sensibilidad, respeto por el patrimonio, luz, inteligencia para llenarlo de contenido, apuesta por la ciudad y ganas de impulsar Vigo". Destacó la labor del delegado del Estado porque "Zona Franca en el centro será un revulsivo para la ciudad. Este edificio es un orgullo para los vigueses", concluyó.
Recuperación del patrimonio
El delegado del Estado, destacó además que la ciudad "ha vivido los últimos 15 años una recuperación histórica de su patrimonio, además de este edificio de Areal 46, la sede de la Diputación, la sede de la Universidad en el edificio Redeiras del Casco Vello, el antiguo edificio del Xeral para nuevos juzgados, el Registro en la calle Real o el servicio de notificaciones de los juzgados en el barrio histórico", subrayó. Recordó que Zona Franca tiene en marcha otros dos grandes proyectos de recuperación del patrimonio, como es la sede de Down Vigo, en el Casco Vello, y la Panificadora.
Quiso agradecer a Andrés Conde "su donación del diseño de la obra, que se convertirá en un emblema de la ciudad". Añadió que "la cultura también es economía y nos comprometemos a poner en todos los nuevos proyectos obras de arte".
En esta línea quiso tener un agradecimiento especial para el arquitecto, Pedro de la Puente, que asesoró técnicamente en la redacción del proyecto, y los servicios técnicos del Consorcio, "por su respeto a la hora de afrontar la rehabilitación de un edificio tan icónico de Vigo, como es nuestra nueva sede, que antes fue casa particular, Banco de España, Gobierno Militar, Rectorado de la Universidad de Vigo y edificio municipal del Concello". David Regades anunció que "esperamos poder celebrar un acto de inauguración a principios de año".
Un edificio para la ciudadanía y las empresas
El Consorcio de la Zona Franca de Vigo ofrecerá toda la planta baja de este histórico edificio vigués para que se puedan organizar desde reuniones a cursos con las facilidades que da encontrarse en pleno centro de la ciudad.
Varias salas de diferentes tamaños, aulas y el propio auditorio, de 140 metros cuadrados y 126 plazas, que son ampliables, configuran la oferta abierta a la ciudad para la que se establecerá un sistema para la reserva de espacios. "Se trata de estar cerca de la ciudadanía y los emprendedores para que usen el gran potencial que ofrece la Zona Franca para crear empleo", enfatizó el delegado del Estado.
Además, la Zona Franca libera la zona portuaria de sus oficinas, en Bouzas, y podrá destinar esos espacios a empresas. David Regades destacó que "las oficinas del Consorcio ocupan en Areal menos espacio, pasamos de 2.700 metros cuadrados en Bouzas a menos de 2.000 en Areal y añadimos nuevos ingresos con los alquileres de Bouzas, donde en enero la ocupación será del 80%, para seguir invirtiendo en la economía del área de Vigo", señaló.
Un pozo subterráneo oculto durante décadas
En el acto de puesta en servicio se descubrieron los secretos del edificio, que se han puesto en valor tras la reforma, el más llamativo un pozo subterráneo, con una escalera de piedra de acceso, que ahora se puede ver al instalar un cristal e iluminación.
Los técnicos de la reforma estiman, tras el análisis de los planos, que el pozo se construyó a la vez que la casa particular inicial y que, en la ampliación que se realizó para el Gobierno Militar, quedó oculto. No descartan que luego pudiera utilizarse como almacén de objetos que sus moradores no querían que vieran la luz.