365 días en el centro de acogida temporal de personas solicitantes de protección internacional, gestionado por la ONG Accem en Vigo. 365 días en situación de "reclusión administrativa". 365 días de espera, sin respuestas por parte del Ministerio de Interior.
Así es la situación en la que vive desde hace un año Luis —nombre ficticio para preservar su seguridad— y a la que ha decidido poner fin a través de una huelga de hambre, que comenzó el pasado 16 de noviembre. "Soy perfectamente consciente de las consecuencias que puede acarrear mi decisión, pero no pasaré un día más mendigando mis derechos en una indignante clandestinidad. Ante esta situación prefiero la muerte", declara.
Luis abandonó Colombia a finales de 2021 temiendo por su vida y solicitó asilo político en España. Es un defensor de los derechos humanos, ambientalista y profesor de comunidades vulnerables que llevaba 30 años dedicado a la docencia en temas de explotación del petróleo y gas en su país. Su papel como portavoz de la injusticia social y medioambiental lo expuso al peligro.
En un comunicado, Luis denuncia que su migración a España "no tiene carácter laboral ni económico", sino que su objetivo, además de "salvaguardar" su vida, es dar un mensaje político y humanitario a los violentos en favor de mis compañeros que continúan expuestos en los territorios, denunciando al estado colombiano y a las multinacionales petroleras".
Sin respuesta
De este modo, Luis aterrizó el pasado año en el aeropuerto de Barajas y se sometió a la primera entrevista. Un mes más tarde se trasladó a Vigo, donde ha estado desde entonces bajo el techo de la ONG Accem. La situación se ha vuelto insostenible para él tanto a nivel físico como psicológico, por lo que ha decidido comenzar una premeditada huelga de hambre.
Tiene claro que solo dará por finalizada la protesta cuando se notifique la resolución jurídica definitiva de su expediente de asilo y refugio, que debe ser tramitada por el Ministerio de Interior español. "Pedí protección urgente a España hace más de un año y no tengo respuesta, tampoco puedo volver a Colombia por los temores fundados contra mi vida", concluye en un comunicado dirigido a la Oficina de Asilo y Refugio, al que ha tenido acceso este medio.