La gestora de la piscina municipal de A Ramallosa, en Nigrán (Pontevedra) ha enviado un comunicado defendiéndose de las denuncias de los usuarios y la Mancomunidade do Val Miñor por la baja temperatura del agua. Según Serviocio, concesionaria del servicio de gestión de la instalación, esta bajada de temperatura se produce en un contexto de disminución de ingresos a causa de la pandemia y de aumento de precios de la energía.

Según aclara Serviocio, tras la pandemia se produjo una importante bajada de socios, que se suma ahora al "incremento desorbitado de los precios de la energía": "el centro deportivo acumula pérdidas de 727.000 euros", explican. Ante esta situación, la empresa asegura que "se ha visto obligada" a tomar medidas de ahorro "para intentar minimizar las pérdidas".

Por ello, ha bajado la temperatura del agua a 25 grados, "temperatura que está dentro de los límites de la normativa vigente". Asimismo, la gestora asegura que estas medidas de ahorro fueron comunicadas a la Mancomunidade, al tiempo que se le instó a redactar un nuevo pliego para la contratación de la gestión de la piscina para que Serviocio dejase de gestionarla en mayo de 2023.

Según explican, la Mancomunidade no ha aceptado redactar un nuevo pliego, obligando a la empresa a "gestionar una instalación no rentable y deficitaria hasta agosto de 2024″. Por ello, "hasta que la Mancomunidade do Val Miñor no ofrezca una solución real y adecuada para todas las partes, Serviocio tendrá que continuar con las medidas de ahorro implantadas para poder seguir ofreciendo el servicio, no incrementar aún más sus pérdidas y mantener el empleo".