El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, ha mantenido un encuentro con varios regidores del sur de la provincia de Pontevedra con motivo de los cuantiosos daños que el temporal dejó en las localidades de la zona a finales del pasado año. En concreto, han asistido a la reunión el alcalde de Gondomar, Paco Ferreira; de A Guarda, Antonio Lomba; de Baiona, Carlos Gómez; de O Rosal, Ánxela Fernández; de Tui, Enrique Cabaleiro y de Tomiño, Sandra González.
Los representantes de los municipios más afectados por las lluvias a finales de 2022 expusieron su situación al delegado del Gobierno. La preocupación principal es cómo financiar la reparación de las infraestructuras que resultaron dañadas en el temporal, ya que suponen inversiones elevadas para asumir por las cuentas municipales.
Localidades como Gondomar habían anunciado que solicitarían la declaración de zona catastrófica, pero según les trasladó hoy Miñones, este reconocimiento "requiere de unos criterios muy exigentes". El delegado de Gobierno ha instado en su lugar a los municipios a pedir la declaración de "zona en situación de emergencia", competencia de la Xunta de Galicia.
"Esta figura legal ampara la puesta en marcha de compensaciones económicas en aquellos escenarios que no cubre el Real Decreto 307 del Gobierno, del que informé, pues también es una oportunidad para hacer frente a situaciones de naturaleza catastrófica", explicó Miñones.
De este modo, el portavoz ha resaltado la importancia de declarar "de forma inmediata" las zonas de Baixo Miño y Val Miñor "en situación de emergencia gallega" y pide a la Xunta de Galicia que se apruebe "cuanto antes" el decreto para "establecer los criterios de reparto de ayudas".