Continúa este martes el juicio contra Manuel M.B, acusado de asesinar en enero de 2021 a Roberto C.P, su proveedor de drogas, en el barrio redondelano de Chapela. Durante la sesión de hoy, con tribunal de jurado, en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, han prestado declaración varios testigos, desde amigos y clientes de la víctima hasta sus hermanas.
En sus intervenciones, los testigos aseguraron que el acusado "no es de fiar" y que no es "trigo limpio", como recoge Europa Press. Según sus versiones, a Roberto C.P no le agradaba que Manuel acudiera a su domicilio a comprar droga pero lo aceptaba como cliente justificando que "es lo que hay". Uno de los testigos admitió haber tenido él mismo problemas con el acusado.
Sin embargo, los conocidos de Roberto C.P han mantenido que este no manifestó nunca sentirse amenazado ni tener miedo. Uno de sus exclientes declaró: "Era un pedazo de tío (…), amable, confiaba en la gente". Este, como todos los demás que han declarado, ha reconocido que Roberto les "fiaba" en ocasiones la droga. Justo esto fue el motivo por el que presuntamente, al no conseguir que en esa ocasión le fiara el material, Manuel M.B lo asesinó.
No había más copias de llaves
Una de las cuestiones que trató ayer el acusado, Manuel M.B, en su declaración, es la de que alguien más tuvo que entrar en la vivienda de la víctima. Según él, cuando abandonó la casa Roberto estaba vivo y el escenario que se encontró posteriormente la policía no corresponde con el que él dice haber dejado. Así, apunta que alguien accedió con otras llaves (las del fallecido las enterró él en una finca cercana).
Sin embargo, este martes las tres hermanas de Roberto han ratificado que solo ellas tenían llave de casa de su hermano, pero que "nunca" las usaban porque Roberto vivía solo y ésa era "su casa". El resto de testigos también negaron poseer una copia.
Las tres hermanas han renunciado a ser indemnizadas, al igual que ya lo había hecho su otro hermano en la jornada de este lunes. La Fiscalía pide 18 años de prisión para Manuel M.B, mientras que su abogado solicita su libre absolución o la aplicación de atenuantes por su drogodependencia, sus problemas de salud mental y su cooperación en la investigación.
La Policía descarta la implicación de terceros
En su declaración, la Policía ha descartado la implicación de terceras personas en el asesinato y creen que la víctima ya estaba muerta cuando fue amordazada, ya que la cinta no estaba deformada ni estirada, lo que probaría que no se resistió cuando se la pusieron.
La afirmación que recoge Europa Press del jefe del grupo de Homicidios de la Comisaría de Vigo-Redondela y de otros agentes de la Policía Judicial, contradice lo que declaró el acusado, que aseguró que lo ató para reducirlo tras un forcejeo y que seguía "con vida" al abandonar la casa, aunque se llevó el móvil de la víctima y cerró con llave, algo que "no tiene sentido" y que "se hace para encubrir algo", según el Jefe de Homicidios.
Sobre el posicionamiento de los teléfonos de ambos, los policías sostienen según los datos de las compañías telefónicas, "el teléfono del acusado es el único que está junto al de la víctima, a la vez, en los dos domicilios".