Agentes de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer de la Policía Nacional de Marín detuvieron y pusieron a disposición judicial a un individuo por, supuestamente, coaccionar a dos mujeres -una de ellas de avanzada edad-, retirarles la pensión y dejarlas en una situación de extremada vulnerabilidad. Se le imputa un delito de estafa agravado por dicha situación.

La Policía Nacional fue consciente de los hechos cuando recibió una carta certificada de una de las víctimas en la que relataba que el estafador las coaccionaba a ella y a su madre -mayor y totalmente dependiente- y les sustraía, todos los meses, el dinero de la pensión. Acto seguido, la unidad UFAM inició una investigación, cuya primera para fue el domicilio de las mujeres. Allí se pudo comprobar que las dos residían "en condiciones infrahumanas". En este sentido, no disponían de suministros -ni eléctricos ni agua potable- teniendo que emplear velas para poder tener luz en su vivienda. Además, apenas tenían alimentos básicos y las condiciones higiénico-sanitarias eran, tal y como precisan los agentes, "muy deficientes".

La Policía Local también habría tenido constancia, por un escrito, de esta situación, por lo que se sumó a la investigación con los agentes nacionales, llegando a comprobar ambos cuerpos una vez analizados los movimientos bancarios de una de las víctimas que, cuando le ingresaban la pensión, "sistemáticamente se producía el reintegro de la totalidad de la misma, dejándola sin posibilidades económicas desde esa fecha para cubrir sus necesidades más básicas".

Además de poner al supuesto estafador a disposición judicial, los agentes también alertaron a los Servicios Sociales con el objetivo de que iniciasen los trámites para la asistencia. Este tipo de intervenciones policiales están enmarcadas en el Plan Mayor de Seguridad.