La falta de entendimiento entre los trabajadores del sector del metal de la provincia de Pontevedra y la patronal y ha supuesto que hoy se celebre la quinta jornada de huelga y una manifestación que ha salido esta mañana desde la plaza de América de Vigo. Los trabajadores han recorrido la avenida de Castrelos, la de Balaídos y la calle de Pablo Iglesias, Florida, el camino del Caramuxo y la avenida de Ricardo Mella para finalizar con una concentración en la puerta principal de la factoría de Stellantis.
Desde la firma de automoción se ha calificado de "dañino e irresponsable" la manifestación a las puertas de la factoría y han recordado que se trata de "un conflicto ajeno a nosotros", ya que la empresa cuenta con un convenio colectivo propio para su plantilla.
Los representantes sindicales de los trabajadores (de CCOO, UGT e CIG) han calificado de "insultantes" e "irrisorias" las propuestas de la patronal, que establece un incremento salarial del 0,5%, el 2,5% y un 2,5% para cada uno de los tres años de vigencia del convenio, algo que no se ha aceptado desde la plantilla. "Apostamos por adaptar el convenio a los nuevos tiempos, siguiendo la línea que se marcó en A Coruña, Ourense y Lugo", concuerdan las tres organizaciones sindicales.
Si no hay ningún avance en la negociación en las próximas horas, los paros (que los representantes de los trabajadores rechazaron desconvocar) serán mañana viernes 7 de julio y los días 12 y 13 de este mismo mes. Por su parte, la patronal criticó duramente la medida de presión de los trabajadores y tildó de "dictadura" su actitud. Además, han pedido el cese de los paros para negociar.
Disturbios y cargas policiales
Una vez llegados los manifestantes a Stellantis, frente a las puertas de la factoría, se vivieron varios minutos de tensión marcados por peleas entre propios los manifestantes y los fotógrafos. Según informa Europa Press, también se lanzaron numerosos objetos contra los agentes de policía, entre ellos botellas de cristal, piedras y señales de tráfico.
En respuesta, los agentes realizaron varias cargas policiales, llegando a disparar material antidisturbios para intentar despejar la Avenida de Citroën, mientras los manifestantes intensificaron el lanzamiento de botellas y alguna bengala.
Los efectivos antidisturbios consiguieron despejar la Avenida de Citroën, desplazando a los manifestantes hacia la rotonda de la VG-20, las inmediaciones del paseo del río Lagares y la calle Pablo Iglesias, por donde el grupo se acabó dispersando.
La manifestación ha ocasionado problemas de tráfico en la zona de Travesas, Balaídos y Camiño do Caramuxo, y a lo largo del recorrido han ardido varios contenedores, y otros han sido volcados en la calzada.