El Concello de Sanxenxo acogió a principios del pasado mes de noviembre a medio centenar de personas migrantes procedentes de África y, desde entonces, el municipio ha promovido numerosas iniciativas encaminadas a ayudarles en todo lo posible. El propio regidor local, Telmo Martín, los visitó personalmente en el hotel en el que fueron acogidos a su llegada, el Baixamar, y, acto seguido, hizo hincapié en la necesidad de reformular la ley de Extranjería para permitir que estas personas tuviesen una oportunidad laboral.

De la mano de la ONG Accem, los migrantes se han adaptado a la vida en Sanxenxo, en donde, desde su llegada, participan en iniciativas deportivas y en clases de español. Además, en este municipio también se promovió una recogida de ropa para poder abastecerles en este sentido.

La última iniciativa solidaria con este colectivo -quedan, actualmente, una veintena de personas en Sanxenxo- tuvo lugar en el marco del Día Internacional del Migrante en el colegio Magaláns en Dorrón. Esta misma mañana se celebró una jornada de convivencia en la que participaron los migrantes y el alumnado del centro. Los locales les sorprendieron con el himno de la alegría y un villancico, mientras que las personas acogidas respondieron con una canción africana tradicional.

Tal y como indicaron desde el Concello de Sanxenxo, la música sirvió "de preámbulo" a la presentación de tradiciones y culturas de Mali, Guinea y Senegal. Personal de Accem ejerció de intérprete para que los alumnos pudiesen comprender su modo de vida, costumbres y la situación en los países de origen. "É moi importante ensinarlles outras culturas e outras realidades. Foi unha mañá moi emotiva coa que todos aprendimos", explicó la directora del centro educativo, Marila Dios. También estuvo presente en el acto la concejala de Servicios Sociales, Paz Lago.

En el acto, los presentes pintaron juntos un colorido mural con distintos motivos y, a continuación, compartieron una chocolatada con rosca y juegos tradicionales como la llave, la rana, el cuatro en raya o los zancos.

El alumnado escucha con atención las explicaciones del colectivo en un momento de la jornada.