Expulsan a Santórum del juicio del Karar en Vigo tras llamar "corrupto" y "narcopolicía" al principal testigo policial
- "Es un narcopolicía, ¿qué hace en una sala de juicio? Fue él quien trajo el Karar, no nosotros, que quede claro", ha proclamado
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Juan Carlos Santórum, el considerado cabecilla del grupo que organizó el alijo de 3,8 toneladas de cocaína del buque Karar, fue expulsado por la magistrada presidenta de la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra después de que el acusado llamase "corrupto" y "narcopolicía" al principal testigo policial en este juicio, un exjefe de GRECO Galicia que está actualmente investigado por un juzgado de Murcia por sus supuestos vínculos con el narcotráfico.
Este policía fue el que dirigió en abril de 2020 el operativo contra Santórum y su entorno por el transporte de la droga en ese buque. Su testimonio era el más esperado, pero Santórum no pudo escucharlo al completo tras ser expulsado.
Primero, se dirigió al testigo (que declara protegido tras un biombo) para llamarle "corrupto" y "trampón". La magistrada reprobó al acusado su comportamiento y, tras excusarse él alegando que estaba "pensando en alto", la jueza le advirtió de que debía guardar silencio. Después, prosiguió: "Dice tantas trampas que no se entera, no se le entiende". En ese momento, la magistrada ordenó que saliera de la macrosala. Mientras se levantaba y se marchaba, el principal acusado ha seguido increpando al testigo, al grito de "corrupto" y "narcopolicía". "Es un narcopolicía, ¿qué hace en una sala de juicio? Fue él quien trajo el Karar, no nosotros, que quede claro", ha proclamado.
Instantes después, otros de los acusados, Sergio F.O., igualmente increpó al testigo, cuestionando "por qué no le miran sus bienes y sus cuentas en el extranjero", y también fue expulsado de la sala.
La jueza tuvo que reconvenir también a otro acusado, el hermano de Santórum, que pidió al tribunal que lo dejaran salir alegando que el testigo estaba haciendo manifestaciones inciertas. "No quiero participar en esto", proclamó, sin embargo, la magistrada le ordenó callarse y "guardar la debida compostura", al tiempo que recordaba a todos los acusados que esos comportamientos e interrupciones perjudican el desarrollo del juicio, y que debían recordar que se pide para ellos penas de prisión "muy graves".
Tras un receso a media mañana, los procesados que habían salido de la sala se reincorporaron a la sesión. Con todo, la presidenta del tribunal pidió, con respecto a Juan Carlos Santórum, que se dedujese testimonio para su traslado al juzgado de guardia por si, con las expresiones proferidas por el acusado, hubiese cometido algún tipo de delito.
De hecho, en la segunda parte de la sesión, la jueza tuvo volver a llamarle la atención, cuando éste interrumpió la declaración del testigo policial para afirmar que este funcionario había "amenazado a todos" los procesados. "Y puedo probarlo", llegó a proclamar Santórum.
Investigación policial
A preguntas del Fiscal, el testigo ha relatado cómo se inició la investigación que desembocó en el abordaje del Karar, y ha explicado que las pesquisas se iniciaron a raíz del seguimiento de uno de los acusados, Fidel F.B., constructor de embarcaciones y del que la Policía sospechaba que tenía vínculos con grupos criminales dedicados al narcotráfico, entre ellos el clan de Los Castañas (dedicado al tráfico de hachís en las costas andaluzas) o el propio Sito Miñanco.
Así pudieron comprobar que mantuvo varias reuniones con Santórum y gente de su entorno, y que también tuvo contacto con un teléfono satelital que, a su vez, controlaba la singladura del Karar.
De hecho, ese ciudadano colombiano fue detenido en el mismo momento que se arrestó, también en Madrid, al exfuncionario de Aduanas Pablo V.S. y a su mujer, Mónica F.L., justo después de que René les hiciera entrega de una bolsa con casi 370.000 euros.
"Infinitas posibilidades"
El exjefe de GRECO Galicia también confirmó que, de los seguimientos y escuchas, los investigadores dedujeron que Santórum y los suyos se estuvieron preparando para ir al encuentro del Karar y recoger la cocaína que llevaba a bordo, ultimando los detalles de las embarcaciones que iban a usar, la comida y el combustible que llevarían, o las posibles alternativas de desembarco en tierra si hubiera problemas. Al respecto, ha declarado que la organización del arousano contaba con numerosos colaboradores y "tenían infinitas posibilidades".
"Hasta última hora estuvieron valorando como hacer, hasta que alguien les debió avisar de que la droga del Karar estaba siendo controlada", ha relatado, y ha explicado también que el contacto de la Policía con la DEA se produjo al investigar el origen de un teléfono satelital. En ese momento, la agencia americana les advirtió de que ese teléfono estaba implicado en el transporte de cocaína en un barco que se dirigía a España.
Con respecto a la nota localizada en un registro de una de las naves de Santórum, con las coordenadas de encuentro con el Karar (las mismas anotadas en la carta náutica encontrada en el puente del barco), y que no ha podido ser exhibida en el juicio al no encontrarse esta prueba, el testigo policial ha confirmado su existencia, que también fue certificada en el registro por la letrada de la administración de justicia.
152 fardos a bordo del Karar
El testigo también se ha referido a los fardos localizados en el Karar y descargados en el puerto de Vigo, tras el abordaje, y ha señalado que había 152 (y no los 154 de los que hablaba la DEA y a los que refirió otro acusado, el único tripulante gallego del buque, que señaló que había "72 en babor y 82 en estribor").
Según ha explicado, él no estuvo presente cuando se hizo el registro en el Karar, pero afirmó que el recuento arrojó un total de 152 fardos. Ante las informaciones de la DEA, pero ya meses después, la Policía solicitó un segundo registro, en el que no apareció más droga, aunque ha matizado este testigo, en ese tiempo el barco "no estuvo bajo vigilancia".
Fue justo en ese momento cuando Santórum volvió a interrumpir la declaración y, cuando el testigo incidió en que había 152 fardos, el acusado apostilló: "Y otros dos que te llevaste tú".
Finalmente, el testigo se ha reafirmado en lo reflejado en los informes policiales sobre Pablo V.S., y ha corroborado que, no solo tenía relación con Santórum, sino que en el registro de su chalé, además de un teléfono satélite y otros efectos, se intervino "numerosísima documentación" relativa a operativos de Vigilancia Aduanera e investigaciones, algunas todavía abiertas, que "no debería tener" al ser un "simple marinero" del servicio.
Delitos y penas
Junto a Santórum se sientan en el banquillo como acusados otras 27 personas, varias de ellas del entorno del arousano, todos acusados por tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal. Entre los investigados están también un exagente de Aduanas y su mujer, un ciudadano colombiano, un constructor de embarcaciones y los 15 tripulantes del buque Karar (uno de ellos gallego).
Para Santórum, la Fiscalía pide penas que suman 18 años y medio de prisión, y para el resto de acusados, penas que suman 13 años y medio de cárcel (dos años más para el ciudadano colombiano, por tenencia de armas). En el caso del exagente de aduanas y su mujer, la petición de pena se eleva a 19 años y medio de cárcel, porque también les atribuye un delito de blanqueo.
El juicio, que se inició en abril pasado tras varias suspensiones, se retomará este martes, jornada en la que continuará declarando el exjefe de GRECO Galicia (testigo número 55 en pasar por la sala), que se someterá a las preguntas de la decena de abogados defensores.