La uña de gato está presente en ecosistemas costeros de la Península Ibérica.

La uña de gato está presente en ecosistemas costeros de la Península Ibérica. Universidad de Vigo

Cultura

Investigadores de la UVigo estudian cómo combatir la uña de gato, una planta invasora

Administraciones públicas, gestores del territorio y colectivos ecologistas trabajan desde hace décadas en la búsqueda de estrategias para luchar contra esta planta

3 noviembre, 2021 18:05

VIGO, 3 Nov. (EUROPA PRESS) –

Investigadores de la Universidade de Vigo (UVigo) evalúan técnicas de control mecánico y la utilización de un insecto herbívoro para combatir la uña de gato, una planta invasora presente en muchos ecosistemas costeros de la Península Ibérica.

Precisamente, la revista Journal of Environmental Management ha publicado un artículo sobre uno de los proyectos en los que trabaja el Laboratorio de Ecofisiología Vegetal de la UVigo en este ámbito, según traslada la universidad.

El artículo ha sido firmado por los investigadores Noa Núñez-González, Luís González y Jonatan Rodríguez, y evalúa la efectividad del control mecánico y la utilización de un insecto herbívoro para combatir la uña de gato.

A este respecto, el estudio concluye que la inoculación directa del insecto ‘Pulvinariella mesembryanthemi’ o su combinación con técnicas de control podría apoyar estrategias de la gestión de esta planta invasora impulsadas por instituciones en el marco de programas de actividades de control y erradicación.

Búsqueda de estrategias

Administraciones públicas, gestores del territorio y colectivos ecologistas trabajan desde hace décadas en la búsqueda de estrategias para luchar contra esta planta, que ha invadido un gran número de ecosistemas costeros.

Por el momento, no se ha identificado un método de eliminación eficiente, por lo que los investigadores desarrollan estudios con este objetivo.

Una de las principales metodologías aplicadas para erradicar la especie consiste en un arranque manual o mecánico que permita desenraizar la planta. No obstante, los científicos advierten de que esta alternativa "puede aumentar el riesgo de dispersión de nuevos fragmentos en otras zonas no invadidas" dado que la planta cuenta con capacidad para enraizar "varios meses después de ser arrancada".