Defreds: "Nunca me he querido marchar de Vigo, es una ciudad maravillosa que tiene de todo"

A muchos, el nombre de Jose Ángel Gómez Iglesias no les sonará de nada; pero si hablamos de Defreds, la cosa cambia. Ese nombre es, desde 2015, el de un autor super ventas con un estilo personal, intransferible y que nació al abrigo de las redes sociales para dar el salto al papel con un éxito que sobrepasa los límites de Vigo, la ciudad donde nació, y de Galicia.

En 8 años ha escrito 11 libros; el último, Siempre, recién estrenado el pasado 15 de marzo, ha vuelto a ser un acontecimiento entre sus seguidores, que casi alcanzan el millón en Instagram y superan los 380.000 en Twitter, la que lo vio nacer en junio de 2010. "Cuando llegaba a casa de trabajar, escribía en mi cuenta como un hobby, y me leían dos o tres. Luego empezó a crecer un poquito y empecé a pillar el gustillo de que te leyesen 10 o 15, hasta que llegó un punto en el que una pequeña editorial me ofreció sacar un libro porque decían que lo que escribía tenía algo especial", recuerda.

Sentado en la terraza de una cafetería, este vigués de 38 años atiende a Treintayseis mientras recuerda la sensación de felicidad ante aquella posibilidad; Frida Ediciones, ahora Mueve tu Lengua, sacaría 500 ejemplares de Casi sin querer, primer libro cuyo título ya refleja lo aleatorio de la realidad de su gran éxito, el de no buscarlo, sino de encontrar una fórmula que en él nace de manera natural y que llega a miles de lectores a través de todos sus canales.

Un estilo personal que llega muy dentro

A pesar de que lo encasillan en la poesía, él se aparta de manera consciente de lo que supone esa atadura. "Escribo frases y relatos de media o una carilla, es el formato que tienen mis libros y me ha ido bien así, no creo que sea un problema que lo quieran llamar poesía, me parece fenomenal, porque entiendo que los que califican así es porque les llega muy dentro", reflexiona. Pero deja claro entre risas que "si lo comparas con Rubén Darío o Machado, ahí salgo a deber, pero no es algo que pretenda", aunque destaca que la poesía ha recuperado espacio, también la clásica, gracias a autores como él, que abren puertas entre los lectores más jóvenes.

Y es que ese "casi sin querer", el éxito no buscado y no forzado, también se puede aplicar a la conexión que ha conseguido con el público juvenil, aquellos que los de Defreds son los primeros libros que han leído o a los que les ha servido como impulso para lanzarse a escribir. En el boom inicial, tras la publicación del primer libro en 2015, ese público fue básico, pero gran parte de él ha ido creciendo a su lado: "Los que me leían en la Universidad, ahora vienen con sus hijos a las firmas de libros", señala con ilusión. Aunque si hace 3 o 4 años su público se movía en una horquilla de entre 16 y 25 años, ahora destaca que se ha movido a un grupo que anda entre los 25 y los 45 años.

Un autor nacido en las redes sociales

En la conversación con Defreds, da la sensación de que tiene que dar explicaciones, disculparse por su éxito o "pedir perdón por sacar un libro", una apreciación que aparece vinculada con "una importancia menor" que se le da por "haber nacido en las redes sociales" y que reivindica que muchas veces no se le da la que "a lo mejor se podría dar debido a estos años". Esas redes son las que le han acompañado, "sin las redes no habría libros", confiesa, y en las que ha ido creciendo poco a poco.

"Fue algo progresivo. Con los dos primeros libros crecieron mucho los seguidores y después me he mantenido, que ya es bastante", revela Defreds. En este canal de comunicación, que él mismo gestiona, trata de dar contestación a todo lo que le llega, todo tipo de mensajes entre los que obvia los ataques gratuitos, algo que le costó gestionar pero que el tiempo le ha ayudado a combatir con la indiferencia. "Creo que nunca he molestado a nadie con mis libros", lamenta, "los he intentado hacer lo más bonitos posibles e interesantes para mi público, y no pido mucho más".

"¿Hay libros mejores? Miles. ¿Gente que escribe mejor? Cientos de miles. Pero mi fuerte no es escribir, sino exponer esos sentimientos de la forma en que me sale, que a la gente le gusta como lo expreso y lo comparte. No sé hacerlo de otra manera y me consta que hay mucha gente que lo disfruta", reitera. De hecho, es consciente de lo importante que puede ser para un lector que le conteste un mensaje: "Me preguntan dónde pueden conseguir mi libro, y la verdad es que es muy sencilla la respuesta, pero al contestarle directamente, seguramente tarde 30 segundos en comprárselo; si no le contesto, mañana se puede comprar otro", razona sobre la relación con sus seguidores a sabiendas de lo que un fan puede sentir.

Puertas que se abren

Porque Defreds es una carretera con dos direcciones; al que admiran, pero también el que tiene sus referencias. Sus publicaciones también le han abierto puertas que, de otra manera, nunca hubiesen llegado, y ambas relacionadas con la música. Por ejemplo, conocer a David Summers, de los Hombres G, un grupo que descubrió cuando su madre le puso sus películas y que, con 13 años, se hizo fan absoluto: "En esa época no eran grupo, estaban separados, y a la gente le gustaba otras cosas, debían de pensar que era un tío raro". Pero a través de sus libros, en los que incluye guiños y referencias al grupo madrileño, le llegó un premio: David Summers comenzó a seguirle en redes. "En ese momento pensé que no podía poner muchas cosas ni retuitear mucho por si se cansaba y me dejaba de seguir. Confieso que durante varios días me metía en la cuenta para ver si me seguía siguiendo", confiesa riéndose.

Summers ha recibido su penúltimo libro, lo ha compartido en esas mismas redes y Defreds se ha convertido en un invitado habitual a los conciertos de los Hombres G. "Yo quería ser un Hombre G y, a mi manera, lo he conseguido, vendiendo miles de libros y generando colas para verme, como le he dicho al propio David, y la verdad es que en ese sentido he cumplido un sueño".

Otra puerta que se le abrió fue la de participar en la composición de una canción de otro de sus grupos favoritos, Despistaos. "Me escribieron para decirme que venían a Vigo y que si quería quedar para componer juntos una canción", explica. De colores es el resultado de esa colaboración, que cuentan con el propio Defreds recitando una parte de la letra.

Hoy Defreds vive de sus libros, de su "Planeta", que incluye agendas y fundas para móviles, y de colaborar en redes con empresas y marcas. Uno de los últimos ejemplos es el de Sibuya, el restaurante japonés que cuenta con un local en Vigo, que incluye una frase del autor vigués en cada pedido, en el restaurante o a domicilio.

Frases que escribe "ayudado" por la inspiración, alejado de un rigor horario; apunta en su móvil si va por la calle o en una libreta si está en su casa, incluso antes de dormirse, para que las ideas no se queden atrapadas en la almohada.

Ofrecer a sus lectores cosas novedosas

En Siempre, Defreds ha querido seguir una línea de edición en pasta dura y con las ilustraciones de Lady Desidia, como en Ojalá, dos obras que se pueden leer por separado, pero que ambas homenajean uno de sus relatos más exitosos del principio. "A la gente que me lee me gusta darles cosas novedosas", señala con respecto a la elección de los signos del zodiaco en Siempre y los planetas en Ojalá. Aunque lo más arriesgado lo vinculó a su ciudad: "Mi tercer libro se llamó 1775 calles, las que tenía Vigo en ese momento, y eran textos escritos en cada una de ellas, con un mapa que servía como índice".

Y es que Vigo no solo ha sido cuna y fuente de inspiración, también es donde ha elegido vivir, sin caer en la tentación de mudarse a Madrid, donde las oportunidades vuelan cada día por encima de las cabezas de los artistas. "Nacía aquí, nunca me he querido marchar de Vigo, es una maravilla de ciudad que tiene de todo y todo a mano: la playa, los alrededores y las islas Cíes", reivindica. De hecho, presume de ser de Vigo, orgulloso, allá por donde va: "Le he hecho más publicidad a Vigo que Caballero", reconoce entre risas.

En el horizonte, aunque aún lejano, seguir trabajando para probar suerte con una novela. "Me han planteado hacer más cosas, pero una novela me lleva más tiempo, y aunque he empezado a escribir cosas, de momento me siento cómodo con lo que hago, así que no me urge. Quiero que si escribo una novela, sea mía, ya sea buena, mala o regular, como mis relatos", sentencia.

Por el momento, la estela de Defreds se puede seguir a través de sus libros y de sus publicaciones en redes, frases y reflexiones, convertidas en defredsxiones que consiguen adentrarse en lo más profundo de muchos lectores, en llegar donde no todos llegan y que muchas alargan su vida tatuadas en la piel de sus miles de seguidores.