Junto con otros elementos etnográficos como los hórreos y cruceiros, los molinos forman parte de la cultura popular y el paisaje más rural de Galicia. Lo cierto es que estas construcciones tradicionales tuvieron una importancia vital en el desarrollo de la agricultura de subsistencia gallega, empleados desde hace siglos para moler el cereal (principalmente maíz, trigo o centeno) y obtener harina. En toda la región podemos encontrar hasta cuatro tipos fundamentales de molinos: los de agua, viento,  mareas y sangre (movidos con tracción animal), siendo los primeros los más comunes de todo el territorio. En la otra cara de la moneda, las aceas o aceñas de mareas conforman una auténtica rara avis en la comunidad, donde tan solo se conservan unos cinco ejemplos de estas construcciones típicas, una de ellas enmarcada en plena villa marinera de Cambados. 

El conocido como molino de mareas de A Seca se encuentra ubicado en la parroquia de San Mamede de Corvillón, entre los límites territoriales de Tragove y Fefiñáns. Una de las curiosidades de este emblemático molino es que su estructura alberga un origen  vinculado a la antigua nobleza gallega de Cambados, pues la edificación en cuestión perteneció hasta el siglo XIX a los vizcondes de Fefifáns. De hecho, el molino de A Seca se convirtió en un verdadero punto de referencia para la molienda en O Salnés, pues hasta el lugar acudían a moler los cereales no sólo los campesinos de Cambados sino también gentes llegadas desde todos los puntos de la comarca. En el presente, y tras haber sido restaurado, el molino acoge en su interior un espacio museístico que permite al visitante entender el legado cultural y popular surgido a raíz de la molienda en las Rías Baixas. 

Origen e historia

Molino de mareas de A Seca, Cambados. Foto: Salnés Click

El antiguo molino de mareas de A Seca hunde sus raíces a principios del siglo XVII (concretamente en el año 1622),construido por obra del maestro de cantería y artillero coruñés Francisco Grie bajo la orden directa del I Vizconde de Fefiñáns, Don Gonzalo de Valladares. Cabe señalar que el funcionamiento de este tipo de molino hidráulico encuentra algunas diferencias notables respecto a los situados a orillas de los principales ríos y cauces gallegos. En el caso particular de estas aceñas de mareas, localizadas principalmente en zonas intermareales y poco profundas, es la fuerza ejercida por el mar durante sus ciclos la que conseguía hacer girar las ruedas y mecanismos de los molinos. De hecho, la estructura cambadesa recibe dicha denominación por situarse en una zona interior que todavía hoy queda totalmente en seco durante la bajamar.

Además, la localización de este conjunto cambadés plena ensenada sobre la ría de Arousa ha permitido aprovechar el flujo y reflujo de las mareas a la hora de hacer funcionar sus mecanismos desde su creación. Se trata de un proceso arduo que podía estar operando durante aproximadamente tres horas hasta que la marea volviese a subir de nuevo ―por aquel entonces se llegaban a moler unos 200 kilos de cereal. Durante la pleamar, el agua entraba en la presa y tras un intervalo de tiempo algo variable, durante el cual la zona exterior quedaba completamente desértica, se lograba el suficiente desnivel para poder abrir las compuertas otra vez y que la presión del agua pudiese mover los engranajes del molino. En el pasado, este conjunto estaba compuesto por una presa de 5 compuertas y unos 50 metros de largo y la estructura principal del molino también constaba de vivienda, establos y un cobertizo.

El legado popular hecho museo

Interior del molino de mareas de O Grove. Foto: Salnés Click

El molino de A Seca se mantuvo en activo hasta la década de los 70 del siglo pasado y fue en torno al año 2002 cuando el conjunto pasó a formar parte de la Red de Museos del ayuntamiento de Cambados. La estructura interior fue rehabilitada con el objetivo de que los visitantes del espacio museístico pudieran conocer los mecanismos que hacían funcionar a estos antiguos molinos de mareas en Galicia. De hecho, en la actual planta baja del edificio se localiza la maquinaria que hizo posible la molienda en este punto de la comarca do Salnés durante siglos. En este primer piso se encontraban los elementos propios de la molienda: tres grandes muelas campestres para moler maíz, una albeira de grano fino para el trigo y centeno así como algunas que otras piezas auxiliares. Por su parte, el segundo piso y el ático estaban destinados a la vivienda de los trabajadores, acondicionado en el presente para acoger el discurso informativo del museo. 

Para visitar el interior de este museo del molino de mareas de A Seca es necesario concertar una cita previa a través de la oficina de Turismo de Cambados (también por correo a cultura@cambados.es). El espacio presenta dos horarios diferentes para la temporada de invierno o verano. El primero de ellos se mantiene en activo de martes a sábado entre las 10:00 y las 14:00 horas y de 16:30 a 19:30 horas por las tardes, mientras que los domingos se encuentra operativo en el horario de mañana. Por su parte, el horario de verano mantiene los mismos días de apertura, sin cambios en las horas de visita de mañana y fijando el horario de tarde entre las 17:00 y las 20:00 horas.