La serendipia es el hallazgo fortuito, es decir, de manera accidental o sin siquiera pretenderlo, de algo que puede llegar a ser muy importante o valioso. Dicho con otras palabras: el arte de errar bien. De hecho, las serendipias son muy frecuentes en la historia de la ciencia ―la penicilina fue uno de los descubrimientos accidentales más importantes del mundo―, pero también en la literatura e incluso en el arte contemporáneo. Lo cierto es que esta técnica o elemento puede ser entendido incluso como una forma de inteligencia o de creatividad, pues implica la capacidad para aprovechar cualquier hecho inesperado así como de reconocer patrones o relaciones que no son evidentes.

En esta misma línea de creación y coincidencias, la sala Rivas Briones de Vilagarcía de Arousa acoge hasta el próximo domingo 21 de abril una pintoresca exposición bajo el título de "Nun lugar de Serendipia", un espacio etéreo e imaginativo donde el arte y la escultura cobran vida en una suerte de unión ―o más bien conexión― surgida a partir de la amistad y la creatividad infinita de dos artistas gallegos: Olalla Buceta e Iván Torres. El título tampoco es cosa del azar. Ambos artistas comparten en su proceso creativo un modus operandi que recuerda a las serendipias, pues bajo un lienzo en blanco o una suma de materias por construir, el objetivo inicial y el resultado final siempre encuentran alguna variación al bosquejo. Además, del mismo modo que a la hora de crear, la idea de esta muestra es provocar en el espectador de estos cuadros y esculturas un efecto similar al de la serendipia al encontrar un camino particular (también valioso) a través del simple acto de observar. 

Entre recuerdos y emociones de ayer y hoy

Exposición "Nun lugar da Serendipia". Foto: Concello de Vilagarcía

"Nun lugar de Serendipia" ha logrado desplegar todo el valor artístico y creativo de sus autores en las dos plantas de la sala Rivas Briones, ubicada en pleno centro neuráligico de la capital arousana. Lo cierto es que esta exposición colectiva mantiene intacta la singularidad de Olalla Buceta e Iván Torres, pero también consigue crear una narrativa en común que invita al espectador a disfrutar del arte en su máxima expresión.



En el caso particular de Olalla, su aportación a la exhibición responde a un compendio de más de una treintena de colecciones que se extienden desde finales de los 90 hasta nuestros días. De hecho, esta es una de las razones por las que es posible observar distintas técnicas y temáticas en cada uno de los lienzos o esculturas bajo la firma de esta artista gallega. Por su parte, el vilagarciano Iván Torres suma a la muestra un total de 26 cuadros que conforman un verdadero mapa pictórico de unos recuerdos muy particulares creados a lo largo del tiempo. Es por esta razón que los lienzos encuentran en el color una herramienta fundamental para a la hora de expresar sentimientos e incluso estados de ánimo. Más allá de lo pautado, ambos artistas invitan con sus obras a que el visitante elabore sus propias interpretaciones de cada pieza.

Sobre los artistas

Iván Torres y Olalla Buceta durante la presentación de la exposición. Foto: Concello de Vilagarcía

Licenciada en la especialidad de Escultura por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Vigo, Olalla Buceta es una artista multidisciplinar que experimenta el arte a través de la pintura de acción, los materiales y el espacio. Buceta reconoce que combina la "técnica de fluidos, el dripping con la pincelada y la espátula" así como su interés por el ready-made y el e encanto conceptual de la doble vida de los objetos. Una forma de ver y entender el arte semejante a las serendipias, pues en su hacer creativo siempre hay cabida para la experimentación y la espontaneidad. Además, la temática unificadora del grueso de sus piezas suele ser la ecología en su sentido más literal: desde las relaciones de los seres vivos con ella misma o su entorno hasta la globalidad que esta representa. 

En el caso de Iván Torres, el artista vilagarciano se encuentra actualmente afincado en la ciudad de A Coruña, donde ubica su particular residencia creativa. Cabe destacar que "Nun lugar da Serendipia" conforma su primera exposición profesional, si bien es cierto que su estilo y producción artística se viene forjando desde la niñez. En la actualidad, la pintura se presenta como una forma de lenguaje para este artista que a través del color y las formas es capaz de reproducir todo tipo s de emociones y sensaciones que logran traspasar el cuadro y alcanzar al espectador.