Algunas de las mejores ideas surgen en las situaciones más inesperadas. Por ejemplo, organizar un festival independiente de artes escénicas en Vigo fue algo que nació después de perder un avión a Londres. Los vigueses Sergio Llauger y Sara García debatieron durante esa espera sobre "qué cosas debían suceder" en la ciudad olívica y llegaron juntos a la conclusión de que era necesario crear un espacio para que la gente del mundo de la interpretación pudiera trabajar en Vigo: así nació Teatro Gorrilla.

"A pesar de que Vigo es la ciudad en la que se asienta la Escola Superior de Arte Dramática de Galicia (ESAD), es muy complicado tirar hacia delante con la cultura teatral", lamenta Laura Merchán, una de las tres personas a cargo de Teatro Gorrilla en la actualidad. Artista visual y perfomance, organiza este especial festival junto al actor Sergio Llauger y la bailarina Eva Comesaña, y buscan seguir expandiendo aquella idea que brotó en 2019.

En sus orígenes, Teatro Gorrilla planteaba una programación teatral semanal en el bar A Casa de Arriba, en el barrio de Churruca. Este céntrico barrio vigués no solo es conocido por ser uno de los lugares predilectos para salir de fiesta; los bares de la zona juegan desde hace años un importante papel en la escena cultural de la ciudad. "Nos acogieron siempre súper bien", admite Merchán. 

Abrir el teatro al público

Anterior edición de Teatro Gorrilla. Cedida

La programación semanal se transformó progresivamente en una cita mensual que se extendió por otros negocios de Churruca y hoy es más bien un evento anual. Su propio nombre, Teatro Gorrilla, resume a la perfección cómo funciona: el planteamiento era (y es) ofrecer artes escénicas en vivo a cambio de una aportación económica voluntaria por parte del público.

Durante estos últimos años, la iniciativa logró llenar bares como el Tinta Negra, O Batallón, la sala Kominsky o el Bizarre. "De forma orgánica, sin tener que llamar a muchas puertas, se fueron uniendo bares y se fueron creando sinergias con otros espacios", explica una de las organizadoras de Teatro Gorrilla.

"El inicio fue duro, no éramos nadie y era una cosa nueva en la ciudad", afirma Merchán. Sin embargo, con el paso del tiempo y la intensa actividad en Churruca, se formó un público "súper fiel y motivado" que les insufla de ánimos para seguir montando el festival porque, como cuenta la perfomer, el proyecto no dispone de apoyo por parte de las instituciones públicas.

"Decidimos consolidarnos como asociación para pedir ayuda pública. Pedimos ayuda al Concello de Vigo y se nos denegó", declara una de las organizadoras. Por ese motivo, desde Teatro Gorrilla han puesto en marcha una campaña de crowdfunding para poder llevar a cabo la edición de este año: "Queremos contar con el apoyo institucional, pero no lo estamos consiguiendo y tampoco queremos movernos a otras ciudades donde sí se da apoyo a la cultura".

El año pasado, la asistencia al evento fue tal que hubo que repetir pases de algunas de las actuaciones programadas porque "no entraba la gente en los bares". El público "participa y es consciente" del funcionamiento de Teatro Gorrilla y, en palabras de Merchán, "valora mucho la cultura en Vigo".

Una nueva edición en marcha

Imagen de una edición anterior de Teatro Gorrilla. Cedida

Ante el incremento de la asistencia y las ganas de continuar haciendo crecer el proyecto, Sergio Llauger, Laura Merchán y Eva Comesaña se han puesto como objetivo para este 2024 organizar una edición más especial que nunca, plagada de novedades y que cuenta con la colaboración de Cristina García Cameselle, directora artística del festival Por danza.

La principal novedad es trasladar las actuaciones de Teatro Gorrilla al barrio de Bouzas y hacerlas en plena calle. "Queremos que quien pase se pueda unir y además, sentíamos la necesidad de que no todo pase en el centro de la ciudad", explica Merchán, "Bouzas es muy bonito y es otro centro neurálgico de Vigo, con posibilidades para llevar a cabo un evento así".

La campaña de crowdfunding en marcha busca financiar esa expansión y mejorar las condiciones de los artistas que participan, así como cubrir los gastos de todo el equipo técnico necesario. Para hacer realidad la propuesta, la campaña de micromecenazgo establece diferentes recompensas en función de la cuantía de las aportaciones (que van de 3 a 300 euros) o se puede donar también la cantidad que se considere. 

Desde la organización saben que el reto es difícil y, en caso de no alcanzar su objetivo (3.250 euros), tratarán de organizar una edición "más íntima" de Teatro Gorrilla, que está programada para los días 26, 27 y 28 de septiembre. Sus organizadores creen fervientemente en la importancia de llevar adelante su proyecto: "Sigue siendo necesario estar y siguen siendo necesarias las iniciativas autogestionadas en Vigo porque si no, nos limitaremos a tener solo conciertos en Castrelos. No vamos a permitir eso".