Un viaje por el sudeste asiático en 2006, les abrió los ojos. "Pensamos que éramos los reyes del mundo por poder estar recorriendo la zona durante 5 semanas, pero allí nos dimos cuenta de que había gente que viajaba durante meses, incluso años". El vigués Andrés Rodríguez es el artífice, conjuntamente con su mujer, Gosia Bendrat, del blog MolaViajar, el mayor canal específico de viajes en España.

Ese viaje, el que recuerdan como el más especial, "nuestro primer gran viaje", como dice Adrián, fue la semilla de un cambio de vida que les esperaba dos años después. Comenzaron a ahorrar y a planificar un nuevo viaje por el sudeste asiático pero, esta vez, durante meses. A finales de 2008, como parte de la preparación del viaje, abrieron un blog. "En esa época no había Facebook o WhatsApp para contar los viajes, así que lo abrimos para la familia". Sin saberlo, en enero de 2009 comenzaron un viaje que les cambiaría la vida.

Cerca de seis años después de ese primer viaje "mochilero" por el sudeste asiático, se dieron cuenta de que aquel blog que habían abierto para la familia se había convertido ya en un proyecto al que dedicarse por completo. "Nos fuimos a dar una vuelta al mundo durante 4 meses con nuestra hija. Yo trabajaba de Community Manager en Barcelona y decidí dejarlo todo porque ya nos entraban los ingresos suficientes". Compaginar el trabajo con el contenido de MolaViajar les ocupaba mucho tiempo, así que Adrián y Gosia decidieron "echar todos los huevos en la cesta de MolaViajar", confiesa el vigués a Treintayseis.

Viajar por el mundo como trabajo

Viajar por el mundo se convirtió en un trabajo. Nada que ver con los inicios, cuando, por ejemplo, hicieron una luna de miel que duró 8 meses y en la que dieron una vuelta al mundo. La segunda vez que recorrieron el globo fue ya con su hija, Daniela, con un año y medio. Dos cosas han cambiado; en primer lugar, la presión. "Hay mucho que preparar, no puede ir a ver qué pasa. Si estás informando a la gente tienes que informarte tú muy bien de lo que vas a decir, de lo que vas a hacer. Al tener tantos seguidores tienes más presión para hacerlo bien".

En segundo lugar, los hijos. Además de Daniela, también está Oliver. "Al principio íbamos con ellos. Hacíamos el contenido igual, pero de forma más lenta, porque con niños el viaje cambia totalmente. Ahora los estamos dejando fuera de MolaViajar cada vez más, exponerlos tanto en las redes sociales es algo que cada vez nos gusta menos". Para los "viajes de trabajo", Adrián y Gosia vuelan solos; el plan familiar ya se reduce a las escapadas "de ocio y desconexión".

Adrián y Gosia con su hija Daniela en Singapur. Foto: MolaViajar

La comunidad de #MolaViajeros

Atentos a esos viajes "de trabajo" están miles de seguidores: 358.000 suscriptores en Youtube, más de 170.000 seguidores en Instagram y Facebook y unos 45.800 en Twitter. Una comunidad de ‘MolaViajeros’ con la que los responsables de MolaViajar tratan de tener un contacto directo. "Tenemos muy buena relación con nuestros seguidores, ofrecemos un servicio con el que ayudamos a organizar los viajes vía e mail o a través de las redes sociales. Intentamos responder todo, aunque se tarde un poco, y ahí está la clave de MolaViajar: ayudar y responder. Si tienes una duda, ahí estamos, que para eso es nuestro trabajo", asegura Adrián.

Especialistas en Estados Unidos, la pandemia y el cierre de fronteras supuso un duro golpe para su proyecto, pero también una oportunidad para reinventarse. "Fue duro, porque nosotros no solemos hacer campañas con marcas, vivimos de que la gente viaje con campañas de afiliación. Cuando cerró Estados Unidos fue horrible, no teníamos ingresos y nos tuvimos que buscar la vida".

Así, regalaron 18.000 guías de viaje a Nueva York en plena pandemia, con opción a hacer una donación a cambio del material. Además, lanzaron un juego de cartas de banderas nacionales, y un libro de curiosidades del mundo y estuvieron trabajando en proyectos paralelos, renovaron la web y la tienda online, donde añadieron todo tipo de material con el que conseguir ingresos para mantener MolaViajar. El 8 de noviembre, Estados Unidos volvió a abrir sus fronteras: "Parece que empezamos a ver la luz", concluye Adrián.

Hogar en Polonia, con Vigo siempre presente

A pesar de vivir de viajar, tienen su residencia fijada en Polonia, país natal de Gosia, cuya madre les ayuda con los niños. Aunque no saben qué les deparará el futuro, la idea de regresar a Vigo parece, por lo menos, lejana. "No sé si volveré a vivir en Vigo. Aquí estamos muy cómodos, vivimos en una casa grande", confiesa Adrián.

"Lo bueno que tenemos es al ser nuestros propios jefes, puedo ir a Vigo cuando quiero; hay billetes baratos, por 60 euros ida y vuelta. Cuando tengo algo de morriña, que tengo mucha, me cojo un avión. Además, pasamos un mes en Navidad y dos en verano en la ciudad, así que en las épocas más guays las pasamos allí".

Como experto en viajes, de Vigo no duda en recomendar "las playas, la comida y la fiesta", en especial las islas Cíes, "un paraíso increíble que tenemos al lado de casa". "Vigo es una ciudad que lo tiene todo y a pesar de que llueve bastante en invierno, siempre estoy muy a gusto. Hago mucha publicidad de mi ciudad cuando me preguntan amigos o seguidores", añade.

Han pasado 13 años desde que Adrián y Gosia empezaron a enseñar el mundo a través de sus ojos. Un camino que los ha llevado a ganar premios nacionales como mejor canal de viajes de YouTube o, más recientemente, a ser elegido por Forbes entre los 100 mejores influencers del año.

Un mirador online con acento vigués para preparar los viajes, conocer otros países o, simplemente, recorrer el mundo sin salir de casa.