En el imaginario colectivo los castillos y sus fortalezas aparecen como grandes construcciones en piedra, con altos muros, torres y puertas fortificadas. Recorriendo estos lugares, uno puede visualizar a princesas, caballeros y reyes, que se paseaban por sus amplios espacios, ideando ataques y planeando batallas
Aunque muchos de estos castillos y fortalezas han llegado a nuestros días convertidos en ruinas, algunos se conservan de tal manera que poco dejan a la imaginación.
Los imponentes castillos juegan un importante papel en la historia de nuestra comunidad, siendo un fiel reflejo del pasado medieval, por lo que visitarlos es una excelente oportunidad para caminar sobre las pisadas de los antepasados de Galicia. Hoy, en Treintayseis, hacemos un recorrido por algunos de los restos de los castillos y fortalezas de la provincia de Pontevedra.
Castillo de Sobroso (Mondariz)
Esta fortaleza medieval situada en Villasobroso, en el municipio de Mondariz, está especialmente bien conservada. En 1117, la conocida Doña Urraca -reina de León entre el 1109 y el 1126- fue sitiada en el castillo por los partidarios de su hijo y su hermana Teresa de León. A su alrededor hay cerca de 30 hectáreas de monte. Fue destruido en las Guerras Irmandiñas y reconstruido en el siglo XV, gracias a ello podemos disfrutar de él en perfectas condiciones.
Fortaleza de O Castro (Vigo)
La fortaleza de O Castro se encuentra en lo alto del monte homónimo, en la ciudad de Vigo. Fue construido en la Edad Media, al mismo tiempo que la Fortaleza de San Sebastián. En sus inicios estaba conformada por tres recintos amurallados y, en la actualidad, solo se conserva el primer recinto y parte del segundo. Las vistas de Vigo desde lo alto son impresionantes.
Castillo de Santa Cruz (A Guardia)
Situado en la localidad de A Guardia, en el Baixo Miño, el Castillo de Santa Cruz fue utilizado como "bastión defensivo" en la Guerra de Restauración portuguesa, en la que se enfrentaron España y el país vecino. Se construyó en el 1664 con la intención de controlar la frontera con Portugal y, desde la altura, ofrece unas vistas espectaculares.
Torre de Fornelos (Crecente)
Construida en torno al 1158, el castillo o torre de Fornelos ha llegado a nuestros días en ruinas, pero sirviendo como reflejo de lo que un día fue una gran construcción de unos 19 metros de altura. Destruida y reconstruida en varias ocasiones, la torre vivió grandes batallas, como la de Alfonso VII contra Alfonso Enríquez, su primo y rey de Portugal.
Castillo de Santa María de Tebra (Tomiño)
Esta fortaleza medieval situada en un monte del valle del río Tebra fue construida en el siglo XIII y reconstruida en el 1532. El castillo ha sido reconvertido en hotel y de lo que un día fue destaca el torreón central.
Torres del Oeste (Catoira)
Estas famosas torres formaban parte de una fortaleza conocida como Castellum Honesti, construida para controlar el río Ulla y detener las invasiones vikingas, evitando su llegada a Compostela. Han sido declaradas Monumento Nacional en 1931 y, aunque solamente se conservan sus resquicios, aún permanece su grandeza.
Castillo de Doña Urraca (Salvaterra de Miño)
El Castillo de Salvaterra recibe el nombre de Castillo de Doña Urraca precisamente porque desde esta edificación en el 1121 la antigua reina, junto con Diego Gelmírez, dirigió el ataque a su hermana Teresa de León, que se había proclamado Reina de Portugal. El gran recinto amurallado, de unos 9700 metros cuadrados, alberga en su interior garitas, la Casa do Conde, el pazo de doña Urraca y la capilla de la Virgen de la Oliva.
Castillo de Monterreal (Baiona)
También conocido como el Castillo de Baiona, se trata de una fortaleza construida en el siglo XII, rematada de construir en el XVI. Con una superficie de 18 hectáreas, esta fortaleza fue fundamental para la protección del territorio marítimo de las Rías Baixas. Hoy en día, en su interior se encuentra el Parador del Conde de Gondomar.
Castillo de Soutomaior
Este castillo medieval del siglo XII es uno de los mayores referentes de las fortificaciones que se conservan en la provincia de Pontevedra. Esta construcción albergó y representa a uno de los linajes más poderosos de Galicia, los Soutomaior, personajes que han participado en la mayoría de los eventos políticos y sociales de la época. Actualmente, el castillo ha sido musealizado y alberga en su interior un centro de interpretación.