El arte escultórico ha sabido plasmar de una forma única las historias de los pueblos, sus personajes o tradiciones más emblemáticas. Cada estatua o monumento urbano esconde un interesante relato a sus espaldas y el callejero arousano también se nutre de esta disciplina para dar a conocer su historia. La localidad conforma un auténtico museo al aire libre a través de las figuras de piedra o bronce que recorren los espacios más singulares de la misma, desde el Paseo Marítimo de O Cantiño hasta el Mirador do Con do Forno, el punto más alto de A Illa de Arousa. En esta breve guía os descubrimos cinco de los monumentos más representativos del municipio y los secretos que esconde cada uno de ellos.
Imagen de la Virgen del Carmen
Las fiestas del Carmen constituyen unos de los festejos más importantes de la localidad arousana. Cada mes de julio, A Illa de Arousa se viste de gala en honor a la Virgen del Carmen, patrona de los marineros. La emblemática escultura de la imagen de la Santa con el Niño Jesús en brazos se encuentra ubicada en el Paseo Marítimo de O Cantiño, aunque su primera localización fue el Muelle do Xufre. La pieza fue realizada en piedra por el escultor Alfonso Vilar Lamelas en el año 1984 como un auténtico tributo a la devoción de un pueblo de arraigada tradición marinera por su patrona. La estatua en cuestión alcanza los tres metros de altura, tiene una corona de dos aros rodeada de estrellas y una base circular con una inscripción que reza "Virxe do Carme".
Monumento do Santo
La escultura del Corazón de Jesús, más conocida como "O Santo", conforma uno de los monumentos más icónicos de A Illa de Arousa, situado en el punto más alto de la localidad (a unos 69 metros de altitud), en el denominado Mirador Con do Forno. Este balcón natural con vistas a la zona del puerto, el puente de entrada a la isla y parte de trazado costeros del Salnés, se encuentra presidido por la ya mencionada imagen y rodeado tanto de naturaleza como de diferentes estructuras que representan el patrimonio cultural de Galicia, entre ellos una réplica de un hórreo y un palomar. La titánica escultura de piedra de O Santo ―que alcanza los tres metros de altura―fue realizada por los alumnos de la Escuela del Maestro Matero y erigida en esta cima en el año 1962.
Estatua de Sor Aurora
En el entorno de la iglesia parroquial de San Xulián se localiza una estatua en honor a la figura de Aurora Estevez Meire, más conocida en A Illa de Arousa como "Sor Aurora".La escultura fue diseñada por el artista César Lombera en el año 2006, creador de obras tan emblemáticas como As Marías de Santiago de Compostela. Sor Aurora nació en la villa ourensana de Tioira un 9 de febrero de 1932 y era la mayor de cuatro hermanos de una familia de labradores. La religiosa dedicó toda su vida al servicio de los demás, cuyo periplo comenzó con sólo 23 años en Madrid, momento en el que se consagra al servicio de los pobres e ingresa en el Seminario de las Hijas de la Caridad. Ya en el año 1971, junto con otras tres hermanas, formó una comunidad religiosa que fue muy querida en la Illa de Arousa.
Estatua a Don Manuel Martínez Corbacho
Don Manuel Martínez Corbacho fue el primer médico titular de A Illa de Arousa. En la actualidad, una busto de piedra en la zona del Paseo Naval, en la parte posterior de la antigua Escola de Pau, recuerda su figura y encomiada labor en la localidad pontevedresa. Martínez Corbacho era natural de Tourón, parroquia de Pontecaldelas, donde nació un 14 de diciembre de 1873. El gallego se licenció en Medicina y Cirugía por la Universidad de Santiago de Compostela en el año 1901 y fue nombrado médico titular en A Illa el 17 de noviembre de 1918.
As mans do mar de Arousa
Las gentes del mar de Arousa también tienen su monumento-homenaje en la localidad isleña, concretamente en la Avenida da Ponte, en el entorno del Centro de Saúde Casa do Mar. La pieza realizada en bronce y tamaño real por el artista gallego Lucas Míguez representa la figura de una mariscadora y un marinero, esencia de esta histórica villa marinera de la comarca do Salnés. Además de conformar un tributo a todas esas mujeres y hombres de mar, el conjunto escultórico hace hincapié en la faceta heroica de estos trabajadores durante el desastre del Prestige. Una de las imágenes más emblemáticas de la lucha contra el vertido del petrolero en el año 2002 nos retrotrae hasta los marineros gallegos, quienes con sus propias manos y embarcaciones trataron de evitar que la marea negra alcanzase la ría de Arousa.