Desde el famoso mito de Hércules y Gerión hasta la procesión de almas en pena que conforma la Santa Compaña, Galicia es sin lugar a dudas una tierra repleta de leyendas. Lo cierto es que el grueso del territorio esconde miles de aventuras particulares ―algunas de terror y otras tantas de ensueño― que han ido trasmitiéndose de boca en boca durante generaciones. Con la temporada estival a la vuelta de la esquina, se acerca el momento de vivir una de las noches más mágicas y a la vez más cortas del año para medio planeta: la noche de San Juan y su bienvenida al solsticio de verano. En Galicia, esta fiesta de origen pagano da comienzo el atardecer del 23 de junio, cuando las playas del litoral se llenan de cientos de hogueras y muchos deseos por cumplir.
Como sucede con muchas fiestas populares, esta velada mágica en Galicia también se encuentra envuelta por varias fábulas. En el corazón de las Rías Baixas, una de las más conocidas es la leyenda de las 9 olas de A Lanzada, un ritual de fecundidad asociado a este rincón de Sanxenxo que hunde sus raíces mucho más allá del tiempo. Algunos investigadores y expertos han relacionado dicha ceremonia con los antiguos cultos paganos en honor a la figura de la diosa Venus (la deidad romana del amor, la belleza y la fertilidad), unos cultos que habrían acabado siendo transformados y adaptados durante la cristianización bajo la advocación a la Virgen. A pesar de todo, y al no existir una referencia escrita del rito de las 9 olas hasta principios del siglo XX, cuando este se encontraba ya consolidado entre habitantes y foráneos de la zona, resulta muy difícil imaginarse un origen que se establezca mucho más allá del siglo XIX. Cabe destacar sobre esta leyenda que además de la noche de San Juan, el rito de las 9 olas también se relaciona con otra fecha durante el verano: el último fin de semana de agosto, coincidiendo con la famosa romería de Nosa Señora da Lanzada.
Así es el rito de las 9 olas
Más allá de su enorme valor paisajístico y patrimonial, A Lanzada podría ser también conocida como el lugar donde habitaron los pingüinos y sitúan a una ciudad sumergida en Sanxenxo. Este paraíso sanxenxino se encuentra repleto de leyendas, ritos e historia que han convertido el enclave en uno de los más visitados de la capital turística de las Rías Baixas. A Lanzada se encuentra envuelta por playas como los Foxos, Areas Gordas o la propia Lanzada, uno de los arenales más extensos de Galicia que en su día llegó a funcionar como un aeropuerto internacional. En mitad de este paisaje idílica, las olas rompen continuamente contra la orilla esperando a que alguna persona decida surfearlas o su defecto, a que alguna mujer que busque descendencia decida enfrentarse a 9 olas bajo la luz de la luna en el último sábado de agosto o durante la noche de San Juan.
Es importante aclarar que tal y como existen varias fechas alternativas para la celebración de esta ceremonia de fecundidad, también existen múltiples versiones sobre los pasos a seguir. Eso sí, el objetivo siempre es el mismo: que la mujer que lo realice consiga quedarse embarazada. El modus operandi más popular a la hora de llevar a cabo este rito define que la mujer debe acudir la noche del sábado a domingo (de las jornadas ya mencionadas), alrededor de la medianoche, al arenal de la Lanzada y entrar en el agua esperando hasta recibir el golpe de 9 olas consecutivas a la altura de su vientre.
Aunque como ya se imaginarán, no se trata únicamente de entrar al mar y lanzarse a las olas, el entorno en este caso también juega un papel fundamental en el transcurso de toda la leyenda, pues una vez se completa esta primera fase del ritual, muchas mujeres acuden hasta el pequeño acantilado que hay detrás de la capilla de A Lanzada en busca de la cuna da santa, una roca con una singular forma de asiento donde estas se acuestan para proclamar su deseo al mundo. En una versión más extendida de la fábula, la ofrenda a la Virgen al día siguiente culmina el proceso del rito de las 9 olas.
Resulta también curioso los aportes documentales del ya fallecido historiador y profesor pontevedrés Hipólito de Sá Bravo. En algunos de sus investigaciones, el gallego dejó constancia de algunas variantes del rito que comienzan con nueve vueltas a la ermita y el rezo después de cada tres vueltas de un Avé María acompañada de la frase: Nosa Señora da Lanzada, polo fillo que pariches, fai que quede preñada. Mito o realidad, bien saben los vecinos de la zona que más de una infértil encontró su ansiado embarazo tras someterse con fe a este rito ancestral en A Lanzada.