Las historias de gran cantidad de lugares de la ciudad olívica son tremendamente desconocidos incluso por sus propios habitantes. Los años pasan sobre las calles, edificios y rincones que dan forma a la urbe, lo que hace que, inevitablemente, sean muchos los recuerdos, anécdotas y situaciones que se acumulan entre la piedra y el cemento.
Las plazas de Vigo han estado ahí desde hace mucho, en ocasiones desde siglos atrás. Renombradas una y otra vez, algunas han llevado el peso incluso de batallas. Los años pasan pero ellas siguen estáticas ante el paso del tiempo y de las personas. Renovadas y acondicionadas, algunas poco tienen que ver con lo que fueron hace años.
Plaza de la Constitución
La Plaza de la Constitución es uno de los lugares con más historia de la ciudad de Vigo. En ella se encontraba, hasta 1978, la sede del antiguo Ayuntamiento, lugar que actualmente ocupa la Casa Gallega de la Cultura.
Hoy en día es uno de los espacios con más vida social de la ciudad, rodeado de bares y cafeterías. Sin embargo, en el pasado se celebraban en esta plaza los actos más solemnes e importantes. En 1808 se leyó en ella la proclamación de Fernando VII como rey de España y, cuatro años después, en 1812, se celebró con alegría la llegada de la primera constitución.
Plaza de Compostela
Coronando la Plaza de Compostela se encuentra el conocido Parque de la Alameda. Quizás muchos lo hayan recorrido sin saber que se trata del primer parque público de la ciudad.
A finales del siglo XIX se creó este espacio en lo que eran unos terrenos ganados al mar y su diseño pertenece al, por aquel entonces, arquitecto municipal Domingo Rodríguez Sesmero. Aunque ahora no hay álamos en la Alameda, su nombre viene de que se trataba de un plantío de estos árboles.
Plaza de Puerta del Sol
La Plaza de Puerta del Sol es una de las zonas más transitadas de la ciudad. Al final de una de las principales arterias de Vigo, la calle Príncipe, se encuentra este amplio espacio custodiado por uno de los grandes símbolos de la ciudad olívica: la escultura del Sireno.
El día 1 de febrero de 1809, 1200 soldados franceses entraron en la villa de Vigo a través de la Puerta del Sol, comenzando así el levantamiento contra la ocupación francesa.
Plaza de Portugal
La Plaza de Portugal fue construida en 1929 como consecuencia de la necesidad de los vigueses de tener más espacios públicos de ocio al aire libre. El arquitecto encargado del proyecto fue Jenaro de la Fuente Álvarez.
Uno de sus elementos más destacables es la escalinata que comunica con la Calle de Uruguay. Esta contaba con balaustradas, columnatas y dos fuentes con agua, pero a finales de los 70 fue desmantelada para construir un aparcamiento subterráneo.
Plaza de la Estrella
La Plaza de la Estrella es un lugar muy visitado por los diferentes grupos urbanos de la ciudad. Skaters, bikers y bailarines aprovechan el espacio para practicar su arte.
La plaza fue remodelada en 1995 por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra obteniendo el premio Architecti europeo al mejor diseño urbano por el proyecto. En ella se encuentra una de las dos figuras del conjunto escultórico de Francisco Leiro, El Salto, que representa a un nadador a punto de hundir su brazo en el agua.
Plaza de la Miñoca
Esta plaza recibe su nombre por la gigantesca escultura que representa a una miñoca (lombriz) que entra y sale de la tierra. La obra está construida con la técnica de trencadís, con cientos de azulejos unidos unos a otros.
La Plaza de la Miñoca es uno de los grandes desconocidos a pesar de su tamaño; sin embargo, es una excelente representación de Vigo. La miñoca suele ser un término especialmente referido a las lombrices empleadas para la pesca, algo que se puede vincular directamente con el alma marinera de la ciudad.
Plaza del Berbés
Antiguamente la Plaza del Berbés era un conjunto de casas de pescadores directamente a pie de playa, llegando el mar casi a la puerta de las viviendas.
La inauguración de la nueva plaza formó parte del proyecto "abrir Vigo al mar" y supuso una inversión de unos 4,8 millones de euros. El arquitecto encargado de la remodelación fue también Guillermo Vázquez Consuegra.
Plaza de la Princesa
La Plaza de la Princesa se inauguró en el año 1816, por lo que ya tiene más de 200 años. Antiguamente se la denominaba la Plaza de la Pescadería ya que en ella tenía lugar el mercado local de pescado. También le sucedería el nombre de La Plaza de la Alhóndiga.
Detrás de ella se encontraba el viejo ayuntamiento por lo que en su momento fue uno de los lugares más importantes de la ciudad. En 1852 se la bautizaría con su nombre actual como homenaje a la hija de Isabel II, en un intento de la ciudad por solidarizarse con la reina por un atentado que había sufrido ese mismo año.
Plaza de América
La Plaza de América se encuentra al final de la Gran Vía y está presidida por la majestuosa escultura "La Puerta del Atlántico", obra del escultor Silverio Rivas e inaugurada en 1991. El monumento es un homenaje a todos aquellos emigrantes gallegos que salieron de la ciudad con destino a América.
La antigua fuente de Plaza de América era un conocido lugar de celebración para los aficionados del Celta. Actualmente, la plaza ha sido renovada para el disfrute de los peatones, convertida en una zona humanizada y transitable con zonas ajardinadas y bancos.
Plaza de España
Presidida por el monumento de Los Caballos, obra del escultor Juan José Oliveira Viéitez, uno de los detalles más curiosos de esta conocida plaza viguesa es que, hasta la llegada del Dinoseto, se trataba del enclave más fotografiado de la ciudad.
Siendo una de las principales entradas a Vigo, esta plaza organiza el tráfico rodado. Antiguamente la plaza contaba con una fuente luminosa donada por el productor de Suevia Films, Cesáreo González. Cuando se intentó mover la fuente para reubicarla esta fue destruida de forma que su recomposición fue imposible. La Plaza de España ha sido un lugar escogido en múltiples ocasiones por los vigueses para gran cantidad de protestas.