La escultura de Julio Verne, en el jardín de Montero Ríos, es uno de los símbolos más característicos de Vigo. Pero ¿cuál es la relación del afamado escritor francés con la ciudad olívica?
Julio Verne escribió la novela Veinte mil leguas de viaje submarino, un clásico de la literatura publicado en 1869. Sin embargo, a pesar de que el libro es sobradamente conocido, puede que muchos no sepan que Vigo es el emplazamiento de uno de sus capítulos, específicamente de La bahía de Vigo.
El Nautilus, submarino en el que navegan en la novela, entra en la ría de Vigo para hacerse con los tesoros que descansan en el fondo del océano tras la Batalla de Rande. En sus páginas, Verne narra cómo el capitán Nemo habla a su prisionero, el profesor Aronnax, de la Batalla de Rande, un gran conflicto naval que tuvo lugar en 1702.
"¿Podía usted imaginar, señor profesor, que el mar contuviera tantas riquezas?"
Capitán Nemo, Veinte mil leguas de viaje submarino
La estatua que homenajea al escritor y su relación con Vigo, fue encargada y donada por la Asociación de mujeres empresarias de Pontevedra en el centenario de la muerte del escritor, en el año 2005. Esculpida en bronce por el artista vigués José Molares, representa al escritor sentado sobre los tentáculos de un calamar gigante.
El paso de Julio Verne por Vigo
Pero Julio Verne no solo estuvo en Vigo en las páginas de su novela. En 1878 y en 1884 el escritor visitaría Vigo, ambas ocasiones de manera totalmente involuntaria.
La primera vez el escritor navegaba a bordo de su barco a vapor, el Saint Michel III, muy cerca de Vigo. Ante la previsión de un gran temporal, Verne acudió a la ciudad olívica buscando refugio. Finalmente se quedaría cuatro días y acabaría encantado con su breve visita. "No podéis imaginar nada más admirable que esta bahía de Vigo, lago inmenso rodeado de montañas" aseguraba Verne en una carta escrita a su amigo Raoul Duval. La alta sociedad de la época respondió maravillada ante la visita del escritor, convirtiéndolo en un importante acontecimiento. El general Llorente, Francisco Tapias Pascual y Manuel Bárcena fueron sus principales anfitriones.
En mayo de 1884, seis años más tarde, Julio Verne volvería a desembarcar en el puerto vigués. En esta ocasión fue debido a un problema en la caldera del Saint Michel III. Durante unos días, mientras un operario de la industria de Sanjurjo Badía arreglaba el desperfecto de su barco, Verne disfrutaría de la vida social de Vigo, incluso llegando a tomarse un par de cafés en la Plaza de la Constitución.
La Sociedad Verniana de Vigo
La relación de Vigo con Verne se hace evidente gracias a la existencia, desde el año 2012, de la Sociedad Verniana de Vigo, una asociación cultural que busca homenajear la figura del escritor y poner de manifiesto su relación con la ciudad olívica. Aunque muchos puedan pensar que es algún tipo de organización de fanáticos, el perfil de sus socios es muy variado y está constituida por expertos en la materia, profesores de universidad, artistas, periodistas y empresarios. Incluso la escritora viguesa Ledicia Costas forma parte de esta organización.
El proyecto nació siendo la segunda Sociedad Verniana de toda España junto con la de Barcelona. A día de hoy siguen informando y realizando proyectos en torno a la figura del escritor. A través de su página web uno puede ir más allá y profundizar en la historia de Verne y Vigo.
La figura de Julio Verne supone mucho más de lo que uno podría pensar. Sin duda, pararse a apreciar su escultura tras un tranquilo paseo por el náutico de Vigo puede ser una experiencia muy interesante.