Los hermanamientos entre ciudades nacieron después de la Segunda Guerra Mundial en Europa con el objetivo de crear vínculos y fomentar las buenas relaciones entre ellas. Además, en 1956, el presidente de Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower, creó el movimiento Ciudades Hermanas Internacional para promover la paz a través del respeto mutuo, la comprensión y la cooperación de ciudad a ciudad.

Así, desde mediados del siglo XX hasta hoy, ciudades de todo el mundo se han ido hermanando, un acto meramente simbólico entre los gobiernos locales y que, normalmente, buscan puntos de unión en ámbitos históricos o económicos.

En el caso de Vigo, la ciudad tiene 9 "hermanas"; una en España, Las Palmas de Gran Canaria; tres europeas, Oporto, Lorient y el pueblo de Groenlandia Narsaq; cuatro en el continente americano, Caracas, Buenos Aires, Victoria de Durango y Celaya; y la china Qingdao.

Las Palmas de Gran Canaria

En junio de 2010, el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra, anunciaba que ese mismo otoño, el pleno del ayuntamiento ratificaría la hermandad con la ciudad de Vigo, tras aprobarlo el gobierno local olívico. Algo de lo que, reconocía el regidor palmense, había conocido por los medios de comunicación.

En este caso, la iniciativa surgió de la Casa de Galicia de Las Palmas de Gran Canaria; en concreto, de José Manuel Bastos Torres, natural de Bouzas, que fallecía poco antes del anuncio de la ratificación de esta hermandad, y Ricardo Villares, presidente de la entidad.

La propuesta se habría gestado en una reunión de la Femp, tras un encuentro Abel Caballero y su homólogo de Las Palmas de Gran Canaria, y conllevaría el intercambio de actividades sociales y culturales entre ambas ciudades.

Oporto (Portugal)

Más allá de los 150 kilómetros de distancia y el Tren Celta, Vigo y Oporto están hermanadas oficialmente desde el año 1986, cuando los alcaldes Manuel Soto y Fernando Soares rubricaron el acuerdo.

Desde mucho antes, esa hermandad se había hecho de manera simbólica con un "intercambio" de calles: en Vigo se inauguró en los años 30 la calle Cidade do Porto y, en la ciudad portuguesa, la calle Cidade de Vigo.

La relación entre ambas ciudades se hizo efectiva con la puesta en marcha del Eixo Atlántico en 1992, en cuya fundación participaron con otras once ciudades de Galicia y Portugal: Ourense, Ferrol, A Coruña, Santiago, Pontevedra, Lugo, Braga, Braganza, Chaves, Viana y Vila Real.

En 2014, ambas ciudades acordaban, también, llevar a cabo acciones conjuntas para promocionar el turismo en las dos urbes. Una buena relación que no ha estado exenta de rivalidad aeroportuaria y económica, centrada en la actividad portuaria.

Lorient (Francia)

El 19 de febrero de 1983, el alcalde de Vigo, Manuel Soto, el regidor de Lorient, Jean-Yves Le Drian, firmaban la carta de hermandad entre ambas ciudades. En este caso, justificada por las raíces celtas comunes, además de la condición de ambas urbes de zonas portuarias.

De hecho, ese mismo día se inauguraba la calle Lorient en Vigo, cercana a la avenida de la Florida y al estadio de Balaídos. Una visita del alcalde bretón que finalizó con una comida entre ambas comitivas y la invitación para la participación de la ciudad olívica en el Festival Céltico de Lorient.

Una relación que se perdió con el paso de los años y que se trató de recuperar en 2009 de la mano del teniente de alcalde de Vigo de la época, Santi Domínguez, con la elaboración de un calendario en común realizado con su homólogo bretón para el 2010 en actividades económicas, deportivas, educativas y para la juventud.

Narsaq (Groenlandia)

Este es, sin duda, el hermanamiento más peculiar de Vigo. Narsaq es un pueblo situado al sur de Groenlandia de unos 1.700 habitantes y, a priori, poco que ofrecer. De nuevo fue el alcalde Manuel Soto el que llevó a cabo este hermanamiento que fue visto con sorpresa en Vigo.

En 1983, Soto y una comitiva del Concello de Vigo viajaron hasta Narsaq, una visita que fue devuelta por la alcaldesa del pueblo, Agnette Nielssen, meses después, en 1984, para firmar el hermanamiento que, según el regidor olívico, traería consigo beneficiosos acuerdos pesqueros para la flota bacaladera de Vigo y Galicia.

Lo cierto es que la recepción de la alcaldesa, acompañada de otros tres concejales esquimales del pueblo, fue, según los que la recuerdan, como mínimo peculiar. La regidora, que se desmarcó de esos posibles acuerdos para la pesca, no dejó de fumar puros en toda una comparecencia en la que se escucharon hasta cinco idiomas: gallego de Soto, traducido al castellano por un concejal, después al inglés, que se traducía al danés para, finalmente, llegar a la alcaldesa que lo pasaba al inuit, lengua de la etnia del mismo nombre a la que pertenecían los representantes de Narsaq.

Finalmente, ni beneficios pesqueros ni casi nada, más allá de la felicidad de la señora Nielssen por poder cumplir el sueño de sacarse una fotografía con una palmera y una gran comida en el Pazo Quiñones de León donde los hermanados esquimales disfrutaron de las delicias gastronómicas viguesas.

Caracas (Venezuela)

Que Caracas, capital de Venezuela, esté hermanada con Vigo no debe de sorprender a nadie. El puerto olívico fue uno de los que más flujo de migrantes tuvo para cruzar el océano en búsqueda de una vida mejor, un camino que ahora se hace de vuelta desde Venezuela.

Aquellos grandes barcos desembarcaron a miles de gallegos y en Caracas se creó la llamada "pequeña Galicia", donde se retomaron las costumbres de aquí, se hablaba en gallego, se tomaba pulpo y se rezaba a la virgen de O Corpiño. Hoy, ese arraigo con la tierra lo representa la Hermandad Gallega en la capital venezolana.

Buenos Aires (Argentina)

Igual ocurre con Buenos Aires, destino de la emigración gallega del siglo pasado. Argentina y en especial su capital recibió también a miles de gallegos que hicieron vida allí, como Laxeiro.

En este caso, se hermanó oficialmente con Vigo en el año 1992, bajo la alcaldía de Carlos Príncipe.

Victoria de Durango y Celaya (México)

México también mantiene una estrecha relación con Galicia y la emigración. Buena prueba de ello es el hermanamiento de Vigo con dos ciudades: Victoria de Durango, capital del estado de Durango, al norte del país; y Celaya.

Con esta última, el hermanamiento es del año 2014, en el mes de septiembre, y lo firmaron el presidente municipal de Celaya, Ismael Pérez Ordaz, acompañado de una delegación de empresarios mexicanos, y Abel Caballero.

El propio regidor de Celaya aseguraba que aquel hermanamiento era "algo que se dio naturalmente", ya que existía mucha relación entre empresarios del sector de la automoción de ambas ciudades. Con la firma de esta hermandad, el objetivo era reforzar las relaciones en este sector y en otros como el agroalimentario y el universitario.

Qingdao (China)

En 2016 Vigo se hermanó con la ciudad china de Qingdao, portuaria y con una población que supera los 7,5 millones de habitantes. En el mes de mayo, una delegación visitó Vigo y fue recibida por el alcalde, además de visitar otras instituciones como la Autoridad Portuaria.

En el fondo de este hermanamiento, de nuevo hay motivos económicos, de cara a intercambios comerciales entre dos ciudades que son amantes de las luces led.

Si buscamos más ciudades con vínculos con Vigo, seguro que podría hermanarse con múltiples lugares, como Nantes, con quien comparte a Julio Verne o, sin ir más lejos, alguna de las ciudades con las que coincide en el nombre, una razón más que de peso para hacerlo.