El Museo de Pontevedra abrirá el próximo jueves 14 la exposición ‘Arte prehistórico. De la roca al museo’, un homenaje al arte rupestre de la mano del Museo Arqueológico Nacional (MAN). Podrá visitarse en el Museo de Pontevedra desde el jueves 14 de julio hasta el 9 de octubre. Contará con visitas guiadas y actividades complementarias.
La muestra conmemora el centenario de la exposición ‘Arte prehistórico española de 1921’, un hito fundamental para el conocimiento y la difusión del arte prehistórica. En su momento, la exposición ‘Arte prehistórico española’, celebrada hace ahora 100 años, constituyó el inicio de la difusión a gran escala del arte más antiguo creado por los seres humanos, reuniendo dos décadas de trabajo de documentación y estudio.
Una de las primeras consecuencias de esa muestra fue la entrada del arte prehistórica en los museos, primero a través de representaciones pictóricas que con el tiempo evolucionarían a fórmulas más complejas, procurando la inmersión de las personas espectadoras en el ambiente en el que ese arte fue creada.
La exposición temporal llega a Pontevedra tras su exhibición en el MAN en Madrid durante cuatro meses, en el Museo de Altamira, y en Portugal, siendo organizada por el Ministerio de Cultura e Deporte y Acción Cultural Española (AC/Y), con el apoyo de Bolsas y Mercados Españoles (BME) y la Asociación Cultural de Amigos y Protectores del MAN (ACAPMAN).
La actual exposición cuenta con más de 250 piezas procedentes de las colecciones del MAN y de otras instituciones como el Museo del Traje y el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander. Entre ellas, el público puede contemplar lienzos que reproducen algunas de las imágenes más representativas del arte rupestre español, expuestos por primera vez en 70 años, así como herramientas, ídolos, objetos cerámicos o estelas grabados, procedentes del contexto arqueológico de las dichas pinturas.
En su recorrido a través de diferentes secciones, la persona visitante podrá conocer los orígenes del estudio del arte prehistórica y rupestre, surgida por el interese que suscitaron descubrimientos como los de la Cueva de Altamira. Además, la muestra expone una reflexión sobre la evolución que experimentó la presentación del arte rupestre y prehistórica en los museos, y sobre la importancia de su conservación en el contexto original.