Tres amigos y seis estrellas como objetivo, el de las mismas grandes maratones que se celebran en todo el mundo: Berlín, Chicago, Londres, Nueva York, Tokio y Boston. Ese es el reto de Roberto Lago, David Alonso y José Manuel Lago, amigos de toda la vida, nacidos en Redondela pero que hoy viven en diferentes puntos de España y Europa.
José Manuel continúa en Redondela, David vive en Suiza y Roberto, en Barcelona. Pero esa distancia no ha sido impedimento para seguir en contacto, especialmente a través de una apuesta personal de los tres, la de completar la Abbott World Marathon Majors, una competición internacional que agrupa a las seis maratones más destacadas del mundo.
Si para un corredor no profesional correr una maratón ya es un reto de gran envergadura, completar los seis más relevantes se convierte en uno de los grandes desafíos a los que se puede enfrentar. Según datos de 2023, más de 11.000 corredores han completado este exclusivo reto, y 96 de ellos lo han logrado más de una vez.
Un reto que nace en 2016
La historia de estos tres amigos redondelanos comienza en la Navidad de 2016. "Entre cena y cena", como explica José Manuel, "se fue fraguando la idea de hacer una maratón fuera de España". Pero uno de ellos subió la apuesta: ¿por qué no hacemos las seis Majors?
Menos de un año después, en septiembre de 2017, se enfrentaban a la primera prueba: fue la maratón de Berlín. Si miramos el palmarés, dos españoles han logrado llegar primeros a la meta: Abel Antón en 1996 y Sheila Herrero en 2001 en la categoría de Patinaje de velocidad en patines en línea. Como curiosidad, destacada por el propio atleta soriano, él fue el último corredor blanco que ganó en la capital alemana; a partir de ahí, los africanos se hicieron con la victoria, sólo interrumpidos por el brasileño Ronaldo da Costa.
Aquel 2017, se coronaba el gran atleta keniano Kipchoge, que en 2021 batiría el récord absoluto de tiempo en la maratón de Berlín con un escandaloso 2:01:09. Alejados de estos tiempos de competición, los tres amigos redondelanos cruzaron la línea de meta completando el primer paso de su reto.
"Este desafío ha sido el nexo de unión para mantener la amistad y un proyecto juntos", reconoce José Manuel, que destaca que, a pesar de haber practicado deporte toda su vida, el running nunca fue una disciplina que estuviese entre sus aficiones. Eso hacía que el reto comenzase con dudas, pero completar la primera prueba con éxito fue un acicate para los tres.
El reto continúa
El reto continuó con éxito: en 2018, Chicago; en 2021, tras un parón obligado por la pandemia del Coronavirus, completaron la maratón de Londres. Un año después, en 2022, el turno fue para la de Nueva York. Y a principios de marzo, viajaron a Tokio para enfrentarse a la penúltima prueba y lograr esa quinta estrella en su trayectoria.
Pero la exigencia es muy alta, y José Manuel reconoce que no entrenan todo lo que les gustaría, ya que gran parte de su tiempo lo ocupa, como es normal, la familia y el trabajo. Normalmente, entrenan durante tres meses para estar lo mejor preparados posible y con el paso de los años cada vez intentan prepararse "algo más"; aunque la edad y el tiempo no perdonan, el esfuerzo tiene sus réditos: José Manuel ha mejorado su marca desde la primera maratón.
El domingo 3 de marzo, a las 08:00 y con 6 grados daba inicio la maratón de Tokio, con 38.000 participantes, entre ellos, Roberto, David y José Manuel. Los tres llegaron dos días antes a Japón para aclimatarse y apuntillar la preparación de varios meses en la capital nipona. Esta maratón es conocida por la exigencia física, pero también "por su belleza escénica", describe José Manuel. El Templo Sensoji, el Palacio Imperial y el cruce de Shibuya se convierten en el escenario sobre el que se desarrolla la carrera, el paisaje que acompaña la hazaña de los tres redondelanos mientras luchan contra el físico y la mente.
"Una parte de la carrera, hasta la media, vamos juntos, después vamos viendo, en ocasiones hemos entrado juntos dos, pero entramos con tiempos similares", explica José Manuel. Lo importante, finalmente, es que tras la línea de llegada se encuentran los tres amigos, que en Tokio han superado el penúltimo obstáculo para lograr alcanzar el final de su pequeña gran historia.
Como en 2017, cuando comenzaron con este reto, de nuevo un keniano es el ganador de la prueba japonesa; en este caso Benson Kipruto dio la sorpresa y el favorito, el mismo que venció aquel año en Berlín, Kipchogue llegó en décimo lugar a más de cuatro minutos y medio de su compatriota.
Mientras paladean su hazaña durante cinco días conociendo Japón, dejan atrás el tema deportivo para centrarse en algo que perdurará en su memoria, como los viajes, las anécdotas y muchas experiencias que van más allá del mero esfuerzo físico.
Un final feliz… en 2025
Por el momento, a lo largo de estos siete años y cinco maratones por diferentes ciudades del mundo no han conocido a otros como ellos, amigos desde la infancia que anudan su eterna relación a través de estas citas. "Hemos coincidido con grupos de clubes, alguna pareja, y durante los días previos hablas con gente que viene a correr", enumera el redondelano, pero "lo de amigos de la infancia y de manera autodidacta yo no he conocido".
El sprint final será dentro de poco más de un año, en abril de 2025 en Boston. Para cerrar el círculo, no viajarán solos, lo harán con sus familias, que también forman parte del reto, con el aliento imprescindible para completar un reto, las seis estrellas que se ven recompensadas, en lo material, con el Certificado de Finisher Seis Estrellas y la Medalla de Finisher Seis Estrellas.
La recompensa de más valor será, en cambio, la de hacer realidad aquella apuesta que surgió durante unas navidades de 2016 y que unirá todavía más a tres amigos que, desde Redondela, terminaron encontrando el enganche perfecto para una amistad que la distancia quiso desperdigar.