El filial celeste parece encontrar una primera vacuna para salir de la zona de descenso. Contagiado por el entusiasmo de los 150 aficionados celestes que pudieron regresar a Barreiro casi nueve meses después, el Celta B logró una importante victoria ante el Zamora con tantos de Manu Justo y Lautaro.
Lo cierto es que el regreso del público al estadio municipal ha estado marcado por la polémica. Hace un mes, el club presidido por Carlos Mouriño hablaba de una decisión "difícil y obligada por la situación sanitaria" al disputar el Celta B-Racing de Ferrol a puerta cerrada, un partido que suponía el debut en casa.
Sorprendentemente, un mes después y con 1.300 contagiados más en el área sanitaria, sí ha sido posible la apertura de las gradas. La controvertida campaña de abonados anunciada por el club -y rechazada incluso por la Federación de Peñas-ha obrado el milagro, concediendo la primera ventaja a aquellos que paguen la cuota de 50€ establecida por el club.
Los curiosos utilizan A Sede para ver los partidos
Con el cierre de la hostelería y sin el visto bueno de La Liga. La noche del sábado decenas de viandantes se agolparon en las cristaleras de A Sede para poder ver de alguna forma el Sevilla-Celta. Las pantallas del edificio de la Rúa Príncipe emitieron en directo el choque, convirtiéndose en uno de los mejores recursos para seguir el partido.