La llegada de Eduardo Coudet al fútbol europeo sembró dudas sobre el tiempo que sería necesario para su adaptación hace menos de un mes. Sin embargo, tras la derrota ante el Sevilla -dando la cara ante uno de los mejores equipos de Europa- el entrenador ha logrado maximizar el rendimiento del equipo.
En sus dos primeros partidos sentado en el banquillo, el equipo del "Chacho" tiró a puerta 23 veces y dominó los partidos con un 59% de posesión. Estas cifras contrastan con las logradas por Óscar García Junyent, quien en las 9 primeras jornadas consiguió seis tantos y siete puntos. A favor del técnico catalán hay que tener en cuenta que tuvo que medirse a equipos como Real Sociedad, Atlético o Barcelona; calendario que contrasta con el que tiene el equipo para este mes de diciembre
La mejora llega también en el aspecto defensivo, ya que en las segundas partes ante Granada y Athletic Club Rubén Blanco no tuvo trabajo y pudo sumar más minutos imbatido. Pese a la goleada en el Sánchez Pizjuán, la mejoría de la línea defensiva, especialmente en los centrales con Murillo y Araujo, solamente encajaron un tanto ante dos equipos que son superiores en el aspecto físico y táctico.
Variedad en los esquemas y destreza táctica
El técnico argentino demostró que el no aferrarse a un esquema no es una frase vacía más que decir en rueda de prensa. Pese a mantener el 4-1-3-2 como seña de identidad y base de la mejoría del equipo, supo realizar los cambios tácticos necesarios para exprimir al máximo a las once jugadores del campo.
De esta forma, en el inicio de la segunda parte dio paso a un 4-3-3, afianzando el centro del campo y maximizando el peligro en los contragolpes. Con el marcador a favor y la conciencia de lo valiosos que eran los tres puntos en un campo como San Mamés, no dudó en apostar por la defensa de cinco dando entrada a Aidoo por Nolito.
Una nueva cara para el equipo
Si bien es pronto para valorar de forma consistente los cambios introducidos por Coudet, hay un factor que parece innegable desde su llegada. El entrenador pidió a sus jugadores que la actitud fuera lo único innegociable y así ha sido. Ante el Granada supieron remontar tras verse por detrás en el marcador y en Bilbao maduraron el partido en la primera parte para sentenciarlo en la segunda.
Este cambio en la psicología del grupo puede notarse en un detalle tan nimio como las publicaciones en redes sociales de los jugadores. Si antes eran pocos los dispuestos a hablar tras los partidos, ahora se han vuelto habituales las fotos con sonrisas en el vestuario celebrando en grupo los resultados. Este tipo de fotografías fueron muy comunes en la época de Berizzo y solo han vuelto a ocurrir en ocasiones muy contadas.