El Celta B despedirá el 2020 este domingo con un derbi atípico ante el Deportivo de la Coruña. Además, el conjunto de Onésimo Sánchez se enfrenta a una de sus ya tradicionales crisis de identidad, agravada por el sistema de competición en Segunda B de esta temporada. El Celta B vuelve a tener que elegir entre ejercer una labor formativa para los canteranos, facilitando su salto al primer equipo, o bien ser un equipo competitivo a través de fichajes para mantenerse en la división de bronce del fútbol nacional.
Además, al celebrarse el Celta-Cádiz el lunes en Balaídos, los canteranos que normalmente viajan para los partidos de Primera podrían jugar también el día anterior con el filial. Una ocasión perfecta para los Sergio Carreira, Jose Fontán, Gabri Veiga y Miguel Rodríguez, que pueden ser el gran refuerzo de invierno para el Celta B.
Los más perjudicados por el cambio de entrenador
Esta hornada de canteranos maravilló al celtismo en un complicado mes de octubre, donde se convirtieron en la única noticia positiva. Sergio Carreira lograría incluso anotar un valioso gol ante el Levante. Y pese a las críticas que sufría, Óscar García llegó a decir de ellos que estaba "construyendo el Celta del futuro".
Sin embargo, los derradeiros da Madroa no han tenido suerte con la llegada de Coudet. El cambio de esquema sin la defensa de cinco y la recuperación de jugadores como Hugo Mallo, Lucas Olaza o Brais Méndez ha reducido notablemente sus posibilidades de entrar en el once.
No obstante, todos ellos continúan entrenando con el primer equipo y forman parte de sus convocatorias de forma regular. Por este motivo, Onésimo Sánchez tampoco ha podido evaluar su rendimiento actual y no son, ni mucho menos, jugadores fijos en sus alineaciones. Varios analistas de la cantera ya han señalado el problema que esto puede suponer en la formación de los jugadores, ya que algunos de ellos dieron el paso directamente desde la categoría juvenil al primer equipo.
Un derbi especial para el capitán
Si bien todos los jugadores del filial celeste tendrán un extra de motivación el domingo, para uno de ellos el partido será aún más especial. Así lo asegura Diego Pampín (Oleiros, 2000), quien tendrá la responsabilidad de llevar el brazalete visitante en Riazor.
El lateral izquierdo del filial llegó con 14 años a la cantera celeste tras destacar en el Victoria y el Ural. Pese a llamar la atención de algunos ojeadores del Deportivo, decidió decantarse por A Madroa; donde ha ido superando etapas y cuenta con opciones de seguir el camino de Kevin Vázquez hacia el primer equipo.
Fernando Vázquez lo considera un partido más
Mientras tanto, en Coruña rebajan las expectativas antes del encuentro. Fernando Vázquez compareció para analizar el último partido de liga que afrontará el Deportivo en este año 2020. El técnico de Castrofeito dejó claro que "la rivalidad del Deportivo es contra el Celta, no contra su filial".
El entrenador asegura que no siente una gran presión y avisa: "si la afición del Celta considera este partido como motivo de burla, me parece un error". Vázquez cree que la clave es ganar para afrontar el parón navideño líderes y más tranquilos.