Ni Reyes ni Copas, pero con bastos. Tras la eliminación ante el Ibiza el entorno del club señalaba anoche que ahora "vamos a centrarnos en lo importante", en referencia a las 20 jornadas restantes de Liga en las que el equipo deberá sellar cuanto antes la permanencia antes de hablar de cotas mayores.

Y es que en el sufrimiento liguero en las última temporadas ha obligado al celtismo y la plantilla a "despreciar" el dulce que supone la Copa del Rey todos los años, especialmente con el nuevo formato. El año pasado el Mirandés recuperaba su leyenda de matagigantes copero y eliminaba a los vigueses por 2-1 en Anduva, después de superar al Peña Azagresa y Mérida. Las dos temporadas anteriores serían el Barcelona por goleada (1/8, 2017-18) y Real Sociedad en medio del baile de entrenadores (1/16, 2018-19) los verdugos.

Los dos últimos precedentes similares, en los 90 ante Benidorm y Mallorca

El antiguo formato de la Copa del Rey facilitaba que los equipos de la máxima categoría pudieran progresar de rondas. De hecho, durante el último lustro en Segunda, solamente en 2010 soñaron con la Copa tras empatar con el Atlético en el Calderón en cuartos tras eliminar a Tenerife y Villarreal.

En la edición de 2009-2010 el equipo de Eusebio a punto estuvo de eliminar al Atlético en Cuartos, tras un taconazo de Aspas a Trashorras en el Calderón.

Pese a superar la primera eliminatoria -algo que no se había conseguido en 2013- ante el Llanera; caer en Segunda Ronda o treintaidosavos de final es un trago difícil de digerir. La última vez que el Celta se despidió tan pronto siendo equipo de Primera fue en la 94-95 ante el Mallorca, en un torneo en el que el Deportivo de La Coruña ganaría su primer título. Dos años antes, el Benidorm era el primer equipo de Segunda B que eliminaba a los vigueses, registro revalidado ayer por el Ibiza.

Las dos semifinales con Berizzo, menos comunes de lo que se cree

Hablar de la Copa del Rey en Vigo es hablar de quedarse a las puertas de una gran alegría. En los 90 fue con el penalti de Alejo en el Calderón y en los 2000 la caída del EuroCelta, en ambas finales ante el Zaragoza. Pero los millennials también han podido vivir una amarga despedida del torneo del KO.

Sergio mantuvo con vida las ilusiones celestes el 8 de febrero de 2017 en Mendizorrotza con un gran partido.

Tras unos años sin grandes alegrías más allá de remontadas puntuales, Berizzo daba con la tecla y formaba un bloque competitivo y vistoso. Las dos semifinales vividas ante Sevilla y Deportivo Alavés en 2016 y 2017 todavía son recordadas con amarga nostalgia. Especialmente dolorosa fue la eliminación ante los vascos, al llegar con la condición de favoritos tras eliminar al Real Madrid o Valencia.

Sin embargo, hay que tirar de historia para poner en contexto las alegrías y las decepciones . El Celta solamente ha llegado en 11 ocasiones a las semifinales de Copa, aunque seis de ellas fueron antes de 1970. Si bien el partido de ayer será de infausto recuerdo durante mucho tiempo, hablar de ridículo histórico es una hipérbole para un equipo consciente de sus limitaciones desde el mes de octubre. Sumar la décima temporada consecutiva en Primera y volver más fuertes el año que viene en Copa serán los auténticos objetivos.