No termina el mal comienzo del 2021 para el Celta. La tercera derrota en seis días hunde anímicamente a un equipo que pasa mucho frío sin sus principales referentes. El Villarreal diagnosticó los puntos débiles de la Chachoneta con maestría y sentenció el partido antes de la media hora, con una goleada que echa sal a las heridas abiertas en Ibiza.
No sorprendía Coudet con su once ni su esquema, menos si cabe después del experimento del doble pivote del martes. Brais Méndez volvía a la posición de falso delantero tras la lesión de Aspas y Okay sustituía al sancionado Tapia, aunque demostró estar muy lejos de su mejor versión. Pese a entrar en la convocatoria tras su lesión el pasado sábado, Nolito no forzó y Baeza desperdiciaba una nueva oportunidad como titular.
Tapia en defensa y Aspas a nivel psicológico, dos bajas demasiado importantes
El partido empezaría con un buen ritmo y Denis Suárez, tras una cabalgada de 30 metros, casi estrena la meta visitante de un fuerte disparo lejano. Pero en la siguiente jugada, el de Salceda no recibiría bien un pase de Okay en la salida de balón y el Villarreal se adelantaría. Parejo interceptaba y filtraba a un gran Gerrard Moreno, que aprovechaba la posición atrasada de Araujo para batir a Rubén y situarse como máximo goleador del campeonato con su décimo tanto.
El conjunto de Unai Emery había encontrado una fuga de agua y dominó los siguientes minutos. Primero entre una jugada ensayada de Parejo, Trigueros y Fer Niño, aunque este último no podría rematar al llegar el balón muy fuerte en el área pequeña. Al cuarto de hora, Rubén erraba en una nueva salida de balón ante la presión, y Trigueros asistía a un Moi Gómez que remataba completamente solo dentro del área para el cero a dos.
Una línea defensiva muy lenta ante la presión del Villarreal
Aunque el guion podía parecerse al del partido de #ANosaReconquista de marzo de 2019 y el celtismo parecía agarrarse a él, Parejo se encargó de disipar cualquier duda. Antes de cumplirse los 20 minutos lo intentaría con un disparo lejano, pero lo lograría poco después con una falta lateral que se pasearía por el área hasta entrar en la portería. Tras la tarde negra de Iván Villar en Ibiza, Rubén vivía un calvario ante un submarino amarillo que remataba como quería.
Fernando Niño se resarciría de su ocasión y lograría comerle de nuevo la tostada a la defensa para anotar el último gol de una fría noche para olvidar. En el cuarto de hora restante hasta el descanso, el Villarreal pudo completar la manita siendo claramente superior. Eduardo Coudet cesó sus habituales gritos desde la grada y parecía fiarlo ya a una charla del descanso que se antojaba tensa. Solamente Fran Beltrán con un gran testarazo lejano inquietó a Asenjo en el ataque celeste.
Jordan Holsgrove y Alfon, únicas buenas noticias
Tras el tiempo intermedio, el técnico argentino únicamente daba entrada e Jordan Holsgrove por un desaparecido Miguel Baeza. El canterano de origen escocés debutó en Primera con un partido muy notable, acompañando a Denis Suárez en el mediocampo. El de Salceda, de nuevo pulmón y cerebro, tuvo una nueva ocasión de falta a 15 minutos del final.
También debutaría en la máxima categoría Alfon, héroe del Celta B en Riazor, entrando pasada la hora de partido por Fran Beltrán. El jugador cedido por el Albacete al filial dejó buenas sensaciones y hasta puso a prueba a Asenjo con un buen tiro. Sus combinaciones con Holsgrove confirman el movimiento de Coudet esta última semana, al incorporarlos en la dinámica de la primera plantilla en detrimento de Gabi Veiga y Miguel Rodríguez, aún juveniles.
Al finalizar el encuentro, Jeison Murillo hacía autocrítica tras un partido que se les fue "en 15 minutos de una manera muy fea". El central, que tampoco tuvo una gran noche, reconocía que las últimas dos derrotas ligueras eran ante equipos "con nivel para definirte en momentos puntuales" y rechazaba la palabra relajación en la plantilla. Concluía que deben seguir "trabajando como un equipo humilde y pensando como un grande" para recuperar las buenas sensaciones de diciembre ante el Betis. El miércoles 20 el equipo de Coudet cerrará la primera vuelta y deberá demostrar que es capaz de jugar a algo sin Aspas.