Este mediodía, los socios del Celta que habían solicitado entradas para asistir al debut liguero contra el Atlético de Madrid y que han resultado agraciados en el sorteo han comenzado a recibir la notificación vía correo electrónico de que podrán estar en Balaídos.
Un sistema que ha organizado el club en el que los socios más antiguos tendrán prioridad y se les reserva el 50% de las entradas, mientras que el resto de abonados entran en un sorteo para lograr un asiento para el partido.
Pero las críticas y las dudas no han tardado en surgir en las redes sociales. Desde cambios de grada, a menores a los que les ha tocado la entrada, pero no a sus progenitores; otros a los que se les ha separado de sus familiares, y hasta los que no podrán finalmente asistir al estadio y tratan de ponerse en contacto con el Celta para que esa entrada, que son nominativas, pueda ir destinada a otro abonado.
Las críticas también han ido dirigidas contra los canales que pone a disposición el club para comunicarse con los aficionados, como la línea telefónica "Escoitamos".