Un milagro digno de todo el santoral. Matías Dituro fue el hombre del partido en la visita del Celta al Rayo. Si bien el empate a cero puede sugerir un encuentro plano y un paso atrás en la evolución de los de Coudet, lo cierto es que este punto vale y mucho si tenemos en cuenta los precedentes y el desarrollo del partido.
El técnico argentino daba entrada a cuatro rotaciones en el once inicial, dejando en el banquillo a Hugo Mallo, Aidoo –el mejor en los últimos encuentros-, Nolito y, sobre todo, Aspas. El rendimiento del moañés obligaba a dosificarlo y daba una oportunidad de lujo a Galhardo para lucirse.
Pero el arranque del partido, con una buena ocasión para el delantero brasileño y una alta presión, fue un espejismo similar a la curiosa equipación de los vigueses hoy. Antes del cuarto de hora, el equipo madrileño imponía el libreto que le mantiene invicto en su campo y asediaba el área visitante con ocasiones de todos los colores.
El vigués Santi Comesaña ejerciendo de capitán, Isi o Falcao, quien pudo llegar este verano a Vigo; ponían a prueba la efectividad de la nueva línea defensiva con Néstor y Kevin, así como los reflejos de Dituro.
En el aspecto ofensivo tampoco habría buenas noticias tras la lesión de Santi Mina en un salto. El jugador más en forma de la plantilla tenía que ser sustituido en el minuto 21 por un Solari que, junto con Brais y Denis, se mostró perdido en la primera parte.
El empate a cero al descanso parecía un golpe de suerte y tras la reanudación se mantenía el suspense. En el segundo tiempo el árbitro Cordero Vega dejó de ser tan permisivo con las faltas y empezó a mostrar más tarjetas amarillas. Solamente Fran Beltrán, a un nivel excepcional en el regreso a la que fue su casa, aportaba algo de claridad en el mediocampo.
A la hora de partido buscaba la reactivación el Celta con dos cambios tan extraños como efectivos a la postre. José Fontán probaba suerte en el lateral donde Javi Galán no tuvo su tarde, pero fue la entrada de Nolito por el citado Beltrán la que permitió recuperar posesión al equipo. Brais Méndez desde lejos probaba a un Dimitrievski que también realizaría méritos como uno de los guardametas más en forma del campeonato.
A quince minutos del final, Coudet hacía entrar en el campo a un Iago Aspas que llevaba calentando más de una hora en la banda. El moañés, junto con Okay Yokuslu, imprimió un nuevo arreón anímico y táctico al equipo mientras Bebé desperdiciaba las últimas ocasiones locales.
Ya con el brazalete de capitán, a punto estuvo el "diez" celeste de lograr el gol de la victoria en el descuento, pero su lanzamiento de falta se estrelló en la barrera.
El Celta rompe una racha de 10 años perdiendo en el Municipal de Vallecas, continuando la estela de lo conseguido hace una semana varios kilómetros al sur en Getafe. Lo hace además ante el equipo revelación del campeonato que hasta hoy no había cedido ningún punto en casa.
Sin embargo, los teóricos suplentes mostraron más dudas que certezas. A una semana de recibir al Barcelona, el cual aún no ha cerrado la contratación de Xavi Hernández para el banquillo, el Celta sigue encomendado a la fe de Dituro y la resurrección de un Aspas que no termina de llegar.