Durante el parón de La Liga por los compromisos de selecciones de este fin de semana, el celtismo y el fútbol español en general han recibido una de las mejores noticias posibles. Eusebio Sacristán Mena (La Seca, 1964) recibía el alta médica diez meses después de salir del coma inducido.
El que fuera jugador del Celta de Vigo entre 1995 y 1997 y entrenador entre 2009 y 2010 completaba así su proceso de recuperación después del grave accidente que sufrió el 30 de diciembre de 2020 en su casa.
Así lo comunicaba la Fundación que lleva su nombre, agradeciendo una vez más las muestras de cariño y preocupación. Eusebio sufrió un grave traumatismo craneoencefálico que le obligó a estar en coma hasta el 9 de enero.
La noticia, "una de las mejores que se pueden recibir para finalizar el año", ha sido celebrada por periodistas, aficionados y clubes como el FC Barcelona. El vallisoletano ejerció como tercer entrenador del primer equipo entre 2003 y 2008 antes de llegar a Vigo, donde inició una etapa en la que el ADN Barça estuvo muy presente hasta la destitución de Óscar García Junyent hace ahora un año.
Por sus manos en el filial blaugrana entre 2011 y 2015 pasaron nombres como Rafinha, Sergi Gómez o Carles Planas; aunque su legado es mucho mayor en sus 66 partidos en el banquillo celeste. Hugo Mallo, Iago Aspas, Michu, Sergio Álvarez o Toni Rodríguez llegarían al primer equipo de su mano.
Aquel equipo alcanzaría unos históricos cuartos de final de Copa ante el Atlético de Madrid de Agüero y Forlán y sería aprovechado por Paco Herrera para conseguir el ascenso a Primera dos años después. Su fútbol ofensivo y carácter afable hicieron que en sus sucesivas visitas a Balaídos con el Barça B, Real Sociedad y Girona estuvieran acompañadas de una ovación que el celtismo repetirá en cuanto sea posible.